Esta época de crisis en la que vivimos se debe, entre otras, a estas razones: porque cada vez es más difícil que las actuaciones corruptas de los poderosos se hagan en silencio. Las nuevas tecnologías de la información han permitido visibilizar la corrupción que hacían en secreto. Y como vemos, todos los días se revela una corrupción nueva.
Porque ahora el acceso al poder no es privilegio de unos pocos. La democracia ha permitido que mediante mecanismos de votación casi ‘cualquier persona’ pueda acceder a los cargos públicos; y, embriagados de poder, algunos ‘cobran desquite’ de años de sumisión y victimización. En algunos casos, esto ha aumentado la corrupción y el caos.
También porque ahora existe la posibilidad de muchas formas de pensar. Porque...