Está previsto el inicio para la segunda semana de febrero del segundo ciclo de conversaciones entre las delegaciones del Gobierno colombiano y el Eln en México, después de la tensión vivida por el anuncio de un cese bilateral, a final de año, que no había sido acordado en la Mesa de Conversaciones. Superado el impase, para esta ronda de conversaciones está programado el primer punto de la agenda que se había pactado desde el Gobierno Santos ‘Participación de la Sociedad’ y se le adicionó el tema del cese al fuego bilateral.
Sin estar al tanto, en detalle, de la dinámica de las conversaciones, pero sí conociendo la manera de actuar del Eln en anteriores procesos de conversaciones, considero que de entrada puede darse un especie de ‘tira y afloje’ en la medida en que es esperable que la delegación del Gobierno busque priorizar el tema del cese del fuego, porque ese parece ser su objetivo y la delegación del Eln buscará que prevalezca el tema de ‘Participación de la Sociedad’. Ojalá sepan tramitar este tema con procedimientos, como por ejemplo, abrir la Mesa de Conversaciones en dos, para que empiece a tramitarse de manera simultánea el análisis de los dos temas y de esta manera ir avanzando en ambas temáticas.
En relación con la ‘Participación de la Sociedad’, lo que se espera es que se retome el taller realizado en Tocancipá y Bogotá y a partir de allí inicien el abordaje del cómo serían esas metodologías de participaciones, quiénes definirían los actores participantes –colectivos y/o individuales, ¿son solamente los ‘amigos’ del gobierno, los de la oposición política, o los considerados ‘amigos’ de la insurgencia?-, ¿en dónde y a propósito de qué temas?, ¿cuál sería la incidencia de las organizaciones de la sociedad en la toma de decisión y cuál la de las dos delegaciones, para empezar a darle salida práctica a este punto? y a la idea –que al parecer está acordada entre las dos delegaciones- de ir empezando a implementar aquello que se vaya definiendo de común acuerdo. De esta manera se comenzaría a transitar el camino trazado por la agenda acordada.
En relación con el cese al fuego, deben iniciar por poner en común conceptos como cese del fuego y cese de hostilidades –cosa que no parece estar clara cuando ambas partes, Gobierno y Eln, se refieren al tema-, en segundo lugar, precisar el tema de la transitoriedad y duración del mismo y la ubicación territorial –¿en todo el país, en determinados territorios?- , ¿implica localización territorial? y ¿de qué tipo?, así como los mecanismos de seguimiento al mismo –a nivel nacional y regional-, acordados entre las dos delegaciones y que no necesariamente deben ser los actores ya involucrados en otras tareas dentro de los procesos de búsqueda de la ‘Paz Total’. En caso que haya localización territorial y cese de hostilidades ¿cómo se va a resolver el tema de la financiación de las fuerzas insurgentes? Y por supuesto un tema de la mayor importancia y que por momentos puede ser el principal obstáculo para el cese bilateral del fuego entre el Eln y la Fuerza Pública y es la presencia en muchos territorios de otros grupos irregulares –disidencias de las extintas Farc, el denominado Clan del Golfo o autodefensas gaitanistas, las autodefensas de la Sierra Nevada, para sólo mencionar algunos-, cuando el comandante del Eln ha sido reiterativo en decir que ellos sólo pactan acuerdos con el Estado y su Fuerza Pública.
Ojalá las dos delegaciones tengan el tino y la paciencia para abordar unas conversaciones que son complejas, que difícilmente marcharán al ritmo acelerado que quisiera el gobierno, pero tampoco tomarse temporalidades sin límite..