El pasado doce de mayo, el controvertido arzobispo de Cali Darío de Jesús Monsalve Mejía remitió una comunicación oficial de la Diócesis a la Consejera de Derechos Humanos de los Pueblos Indígenas y al Consejero Mayor del Consejo Regional Indígena del Cauca-CRIC, en la cual expresaba haber “seguido con profundo dolor los tristes e inaceptables ataques contra la vida y la seguridad de la comunidad y Minga indígenas”, con ocasión de diversas conductas criminales –propias de la abominable justicia privada– que desencadenaron el lesionamiento a bala de varios miembros de ese colectivo que, después de intervenir en los bloqueos, se habían tomado a la ciudad que fue destrozada por los vándalos.
Que la máxima autoridad eclesiástica se solidarizara con...