Esta semana se conoció el acuerdo Aukus (acrónimo en inglés de Australia, Reino Unido y Estados Unidos), por medio del cual Estados Unidos y Reino Unido se comprometen a compartir tecnología nuclear en la fabricación de submarinos con Australia, supuestamente para buscar contrarrestar la creciente presencia China en la zona del Índico y el Pacífico, patrullando el mar de China meridional. Este acuerdo se sitúa en la perspectiva de las últimas administraciones norteamericanas —es interesante recordar que la administración Biden, en política estratégica, ha sido un continuador de la administración Trump, como sucedió en el caso de Afganistán—: confrontar a su rival estratégico, China, ya no solo en el campo de la economía —en el llamado “poder...