Para el público amplio, el que no cavila, ni ata cabos, ni tiene información privilegiada, llegó la hora de la verdad. No me alegra decir que se han confirmado mis peores sospechas, las mismas que varias personas hicimos públicas en Medellín hace dos años. Que Daniel Quintero actuaba en favor de terceros, que su propósito no era gobernar a Medellín, sino preparar las elecciones nacionales del 2022, que su misión no era servirle a la ciudad, sino servirse de ella.
Esta semana, “Todos por Medellín”, nuestra veeduría cívica, denunció que ya empezaron a pedirles a los funcionarios del municipio los datos para amarrar los votos. En el Inder les exigen diligenciar los datos sobre puesto de votación con el agregado de comprometer a veinte personas del...