La semana pasada Medellín alcanzó la temperatura más alta de los últimos 50 años: 33,2°, según el Sistema de Alerta Temprana del Valle de Aburrá (Siata). Por lo cual, es de suponer que las neveras, los aires acondicionados y en general todos los electrodomésticos y dispositivos para la refrigeración, tuvieron mucho trabajo. ¡Resulta paradójico: las fuertes temperaturas causadas por el Cambio Climático, nos ponen en un círculo vicioso de mayor consumo energético!
Según el reporte ‘Cooling for All’ (Refrigeración para todos) de la Universidad de Birmingham, en el mundo hay cerca de 3.600 millones de dispositivos de refrigeración; y para el 2050 se prevén 14.000 millones de refrigeradores, que consumirán cinco veces la cantidad de energía actualmente prevista para el uso de refrigeración. Y la situación tiende a empeorar: Naciones Unidas estima que “para el 2100 la temperatura aumentaría hasta 6°C en verano”.
La evolución de los electrodomésticos hasta los dispositivos que tenemos hoy en las casas, es la historia de una cantidad importante de desarrollos científicos y tecnológicos que han sido incorporados a través de los años. En el caso de las neveras y todos los dispositivos de refrigeración, su primer invento fue Charles Tellier, quien patentó el primer refrigerador en 1876. Pero sólo hasta el siglo XX, durante la segunda década, gracias al desarrollo de los métodos de producción industrial, los electrodomésticos pudieron llegar a los hogares. En el caso de la lavadora, aunque esta fue inventada en la Inglaterra de 1691, sólo se hizo masiva hasta finales de la Segunda Guerra Mundial.
¿Qué hacer? ¿Nos “ morimos de calor”?
Así como la masificación de los electrodomésticos ha sido posible gracias al avance de la ciencia y la tecnología, la generación de conocimiento de punta es el camino para disfrutar cada día más de electrodomésticos de bajo consumo de energía y elaborados con los más altos estándares de sostenibilidad ambiental.
De hecho, los últimos desarrollos tecnológicos han logrado disminuir la producción de gases contaminantes en los sistemas de refrigeración, y se han logrado introducir técnicas que permiten el enfriamiento sin aumentar la producción de emisiones de carbono.
Como quien dice: más investigación para que quedemos fríos.