Después de tres años de cierre ―debido a los trabajos de reforzamiento estructural y otras obras de remodelación en el edificio de su sede central― esta semana vuelve a abrir sus puertas la Biblioteca Pública Piloto de Medellín.
Creo que esta es la mejor noticia del año para miles de lectores de todas las edades para quienes la biblioteca es como su segunda casa. Yo soy uno de ellos.
Para mí es un lugar de ensueño ―una especie de cielo― que cambió mi vida. Allí conocí a Don Quijote y Sancho Panza; Ali Babá y los cuarenta ladrones; Peralta, Simón El Mago y la Marquesa de Yolombó; el Doctor Zhivago, Ana Karenina y Raskolnikov.
Pienso que lo mismo les sucedió a incontables muchachos de mi generación que crecimos en los barrios populares de nuestra...