Por Sandra F. Barrera
El pasado 28 de abril (domingo) nos encontrábamos con mi familia en las instalaciones del Jardín Botánico de Medellín donde a las 9 a. m. habíamos ingresado el vehículo al parqueadero. Yo me encontraba participando en Expocultura. Al terminar la jornada hacia la 1:00 p. m. nos dirigimos al parqueadero encontrando la muy desagradable sorpresa de que nos abrieron el carro y nos robaron varios elementos (frontal del equipo de sonido, una cartera con varios cargadores, tres chaquetas, entre otras cosas) a plena luz del día. El carro estaba ubicado cerca de la entrada del parqueadero, a la vista de sus operarios, al frente de al menos una cámara de seguridad. Reportamos el suceso al coordinador de vigilancia, a una encargada del lugar. Al llegar a Bucaramanga envié un correo al Jardín Botánico, hablé telefónicamente con el jefe de seguridad, con la encargada jurídica, etc. Esta última me informó que ya tenían la respuesta, pues habían revisado las cámaras y que me la mandarían por escrito. A la fecha nada. No responden ni al teléfono, todos se tiran la pelota. Sigo esperando que me respondan porque pagamos un servicio y denunciamos el asunto en su momento y hemos sido irrespetuosamete ignorados.