Colombia no se vive, se padece. La vigilia, las marchas, el campamento, las mortajas, cada uno de esos actos y cada gesto de las dos últimas semanas encienden la esperanza, pero aumentan la desazón ... ¿cesará la horrible noche?
Estamos en manos de la vanidad y el ego de algunos, del fanatismo, la soberbia, el cinismo y la desmesura, nos parecemos a nosotros mismos, somos el retrato vivo de la mezquindad, nos hicieron desprovistos de grandeza, estamos predestinados a vivir en un lugar llamado limbo, lo nuestro es la zozobra, aún pretenden dominarnos unos señores feudales que quieren convertirse en el centro del acuerdo, esos que hacen de la estratificación de la mentira su estrategia. Quién ha de decirnos ahora cuando es que la película del posacuerdo...