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Una encuesta no es futuróloga, mide el pasado y cómo están el momento electoral, los candidatos y la intencionalidad de los ciudadanos. Las encuestas hoy están en crisis porque el ciudadano puede cambiar su percepción de un día para otro, debido a cualquier coyuntura.
Al elector colombiano no le gusta perder, no es muy leal a su candidato. Otra cosa sería si tuviésemos partidos fuertes, hecho que llevaría a la gente a estar pendiente de su partido y su doctrina.
Las encuestas ahora nos están llevando a dos candidatos, Alfredo Ramos y Daniel Quintero. El debate no puede llevarnos a que la elección se dará entre izquierda y derecha. Quintero, que sería el de izquierda, no tiene nada de izquierdista. Él es un fenómeno altamente personal, que es lo que ha caracterizado en los últimos años a la política paisa. Ramos llega de un partido que ha funcionado un poco disciplinado versus los otros.
En la elección será muy importante aquello que opinen los gremios, sobre todo el empresarial, y la conexión de los candidatos con las necesidades ciudadanas. Se ha hablado mucho de seguridad, pero hay otros temas que pesarán, caso EPM y sus falencias económicas; el medio ambiente y el desempleo en una ciudad con alto subempleo y poco empleo institucional.
