viernes
7 y 9
7 y 9
Ejercer presión sobre los jueces no resulta conveniente, y genera niveles de estrés que, en mi criterio, pueden afectar la administración de justicia y pueden, sobre todo, afectar no solo su autonomía, sino su imparcialidad. Soy un defensor acérrimo de la libertad de prensa, pero muchas veces son utilizados para impactar, diría indebidamente, la administración de justicia.
Si las partes en un proceso consideran “errada” una decisión de los jueces, la misma Constitución y la ley dan las herramientas para impugnar esas decisiones, en derecho. No acudir a indebidas injerencias a partir de manifestaciones, desde afuera, a todo tipo de epítetos y señalamientos no solo mentirosos sino que lesionan la dignidad de los jueces y los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Los ataques a la Corte Suprema no son de ahora, son de hace más de diez, quince años. La Corte ha condenado a más de 80 congresistas vinculados a la parapolítica, y siempre el argumento de ellos es que son condenados por razones políticas. Es un discurso trillado, pero que no obstante va haciendo mella. Desafortunadamente hay un país polarizado que le come cuento a ese discurso mentiroso. Ya es hora de que se mande a recoger.