viernes
7 y 9
7 y 9
La cifra de 3 % del crecimiento anual del PIB en el segundo trimestre fue una buena noticia para los colombianos. Además, con la revisión que entregó el Dane de la del primer trimestre (de 2,8 % a 3,1 %), para el semestre completo, la economía está creciendo un poco más del 3%.
Del lado de la actividad productiva, todos los sectores mostraron cifras positivas. El comercio, el sector financiero y los sectores de la información y la comunicación, con aumentos superiores al 4 %, explican en buena parte el desempeño de la oferta. La agricultura y la minería se expandieron a una tasa superior al 1 %.
Sectores muy importantes en la generación de empleo como la construcción y la industria, apenas crecieron un 0,6 %. El rubro de la edificación, con una caída de 5,6 %, explica la pobre cifra de la construcción. Desde hace un tiempo, se viene dando un exceso de inventarios de vivienda, en especial en estratos medios y altos, que está lastrando las ventas del sector y, por ende, la formulación de proyectos nuevos.
La industria, por su parte, que venía de un buen primer trimestre (2,9 % de crecimiento), se frenó en el segundo. Las cifras mensuales muestran que la producción trimestral se desplomó en junio y eso afectó el dato trimestral del PIB. Se dio una situación puntual (el rubro de otras industrias con 27,2 % de caída), que afectó los resultados. A pesar de eso, la industria manufacturera en el semestre (año corrido) sigue creciendo (1,7 %) y, según las encuestas cualitativas de la Andi y Fedesarrollo, los empresarios están moderadamente optimistas, con lo cual es muy probable que las cifras sectoriales se recuperen.
Del lado del gasto, es muy importante la expansión de la demanda interna (4,2%), mientras que la externa está restando (-15,1%). Los componentes de la primera están creciendo bien. El consumo, el componente más importante del gasto, tuvo un aumento de 4,2% y fue jalonado por los hogares, 4,6%, al tiempo que el consumo público tuvo una expansión más modesta (1,6%). La mejor noticia es la recuperación de la inversión, cada vez es más dinámica, que en el segundo trimestre creció 4.3%, impulsada por las obras civiles y la compra de maquinaria y equipo. El número hubiera podido ser más alto si la edificación, que hace parte de ese agregado, hubiera mostrado cifras positivas.
El comportamiento de la demanda externa neta (exportaciones menos importaciones) debe ser una preocupación para el Gobierno, en vista del contexto internacional. Las exportaciones, con solo 3 % de aumento, están a la zaga de las importaciones (7,8 %). En la metodología de las cuentas nacionales este último rubro resta al crecimiento de la economía y, además de materias primas y maquinaria de equipos importados, también crecen las compras de bienes de consumo, lo cual no es tan buena noticia.
Las cifras de crecimiento del segundo trimestre muestran un mejor panorama que el que se tenía hace unos meses, el resultado es destacable en un momento con tanta incertidumbre y es muy superior al de América Latina (0,5% en promedio). La economía se está recuperando, la preocupación ahora es qué tan sostenible es esa recuperación. Para eso, aunque es bueno contar con una demanda interna dinámica, lo ideal sería contar también con la demanda externa para conseguir esa sostenibilidad, algo que no se ve tan claro con los nubarrones que amenazan la economía mundial.