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El 2019 no fue bueno para los desempleados colombianos, de acuerdo con las cifras del Dane. En el año su número llegó a 2,6 millones, con un crecimiento de 8,7 % en relación con 2018. La tasa de desempleo para el año completo fue 10,5 %, la más alta desde 2012 y retornó a los dos dígitos, un límite subjetivo importante que si se franquea reitera la gravedad del asunto.
La elevada desocupación no es un fenómeno exclusivo de Colombia. En América Latina y el Caribe (ALC), según la OIT, la tasa de desempleo fue 8,1 % en 2019 y aumentó frente al 2018 (8 %). El desempleo creció en 9 de los 14 países latinoamericanos estudiados por ese organismo. La razón del deterioro laboral en la región se encuentra en la desaceleración del crecimiento durante el quinquenio 2014-2018. En ese período ALC apenas creció 0,7 %, y es desde 2011 la región que crece menos en el mundo.
Sin embargo, Colombia se destaca porque crece mejor que el resto de la región y superó con relativo éxito el colapso, desde 2015, del precio de sus exportables minero-energéticos. Es cierto, la economía colombiana se está recuperando, pero se trata de una recuperación sin empleo, una importante diferencia dentro de una región que no crece y tiene elevado desempleo.
Sin embargo, a pesar de que la economía colombiana crece, lo hace con poco dinamismo y de forma desbalanceada, con algunos sectores con mejor desempeño que otros, una característica que se refleja en el mercado laboral, como lo muestran las estadísticas de población ocupada por sectores productivos. En esas cifras se reduce el empleo en la agricultura, explotación de minas, industria, transporte y actividades inmobiliarias. En contraste, la población ocupada aumentó en el sector comercio aupada en la dinámica del consumo de los hogares, con un tímido acompañamiento de la construcción, que arrastra el lastre de la debilidad de la edificación, que no despega a pesar de la reducida tasa de interés.
El director del Dane agregó otro elemento al debate cuando planteó que hay señales de recuperación de la tasa de desempleo, desde la segunda mitad del año. De hecho, la tasa de desempleo en diciembre fue inferior a la observada en el mismo mes del año anterior y lo más importante fue que la reducción de los desempleados es la explicación de la disminución y no un mayor número de trabajadores desalentados que abandonaron el mercado laboral, lo que apoyaría el argumento.
Un solo dato no es suficiente para afirmar que el desempleo se está recuperando, hay que contar con la dinámica de la economía para confirmar si las cosas están mejorando en ese frente. No pueden ignorarse señales positivas como la reducción del desempleo juvenil que pasó en el trimestre octubre de 16,4 % a 16 %, pero para que la recuperación del desempleo se consolide se requiere, sobre todo, un mejor crecimiento.
En relación con eso, hasta ahora los diferentes estimativos de crecimiento para Colombia se encuentran en un rango entre 3 % y 3,5 %, esas cifras no son suficientes, según diferentes estudios, para que la tasa de desempleo se reduzca, en esas condiciones, en el mejor de los casos, va a permanecer en el nivel alto en que hoy se encuentra. El desafío es que la economía crezca mejor, a tasas cercanas al 4 % y en todos los sectores, para lograr que el desempleo realmente ceda.