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En el discurso del presidente Iván Duque en la instalación del Congreso, hizo referencia a temas y cifras importantes para el devenir de Colombia en su último año de gobierno, en medio de la grave pandemia que ha azotado al mundo entero.
Una parte importante del discurso estuvo dedicado a las políticas para enfrentar las consecuencias de la pandemia; por tanto, el gran reto es la vacunación masiva en Colombia, y la cifra de más de 25 millones de personas vacunadas denota, así haya iniciado tarde, que se ha acelerado el proceso y lo más probable es, en efecto, llegar a los 35 millones a fin de año.
Además, es un logro también importante la duplicación de camas de cuidado intensivo (de 5.400 a más de 12.000) y la capacidad para realización de pruebas (de 1.000 al día a más de 100.000). Las medidas para contrarrestar los efectos económicos también han sido notorias, pues efectivamente se logró proteger el empleo de cerca de 4 millones de personas, ayudando a más de 194.000 empresas por medio del Programa de Asistencia Económica y Financiera (PAEF). Adicionalmente, tal y como lo muestra el Dane, a abril de este año se habían recuperado cerca de 4 millones de empleos. Asimismo, la economía volvió a crecer el primer trimestre de este año.
Era obligatorio referirse al proyecto de reforma tributaria (Ley de Inversión Social, como la llama el Gobierno), pues su aprobación es un reto fundamental para la economía y para garantizar la continuidad, por un año más, de los programas que reducen los efectos de la pandemia para los más vulnerables.
Llama la atención que el presidente, además de no haber hecho mención alguna a su programa bandera, la economía naranja, tampoco haya hecho referencia a cifras importantes en el corto plazo. Una fundamental es que la reactivación económica del primer semestre no se ha extendido a muchas actividades económicas, y el paro nacional afectó negativamente su consolidación; esto pone en riesgo los avances en generación de empleo y reducción del desempleo. Este debe ser un propósito fundamental del último año de gobierno, así como especialmente reducir la pobreza extrema que se situó por encima de un dígito, pues más de 2,7 millones de colombianos cayeron en 2020 en esa condición.
En términos del plan de vacunación, es necesario que la meta de 35 millones de dosis aplicadas a fin de año incluya cuántas de ellas corresponden a segunda dosis, pues romper la tendencia de fallecimientos exige para este septiembre, 25 millones de personas vacunadas con segunda dosis, y hasta el momento solo 10.5 millones tienen el esquema completo. Estos retos son definitivos, pues de cómo obre e impacte el gobierno, incidirá en las decisiones que como democracia se tomarán en las próximas elecciones.
El presidente mencionó la protección de la niñez, la transformación de la policía, la protesta pacífica. La ley de cadena perpetua para violadores y asesinos de niños es insuficiente –y pende sobre ella un pronunciamiento de la Corte Constitucional, que se prevé adverso–, es hora de despolitizar el ICBF y ampliar su función de protección a la niñez. La reforma a la policía debe tener en cuenta su rol en las democracias modernas. Por último, el llamado a “decirles no a los promotores del odio” no debe quedarse en palabras sino en actos de todos, incluyendo el partido de gobierno y los de oposición