viernes
7 y 9
7 y 9
Este año ha sido particularmente pacífico en Medellín. Esto es un alivio para la ciudadanía acosada no solo por las extorsiones y las amenazas, también por las balas de los criminales. A pesar de la tranquilidad que ha reinado, resultó atípico que pasaran siete días seguidos, la última semana de agosto, sin una solo muerte violenta. Una gran noticia sin duda.
El alcalde Daniel Quintero lo celebró en sus redes sociales, y no es para menos, la primera obligación de toda sociedad es proteger la vida. En el video del 29 de agosto, Quintero decía que años atrás en Medellín hubo un “pacto” y que gracias a ese pacto en ese entonces se vivieron días pacíficos. “Hubo secretarios capturados por ese pacto (...) yo lo llamo el pacto de la muerte. (...) Las autoridades lo que hacían era ceder el control territorial a los grupos criminales en los barrios”.
Habrá quienes puedan o quieran debatir esas palabras —en ese entonces se capturaron en Medellín 161 cabecillas y 3.700 miembros de combos—. Pero al punto al que vamos es que en el video Quintero dice que en su administración decidieron “acabar todo tipo de pacto (...) Nosotros dijimos aquí no puede haber ningún pacto”.
Y ahí está el detalle. Porque todo indica que lo que motivó la reciente buena racha, esa repentina “paz total en Medellín”, fue precisamente un pacto de no agresión entre los criminales.
Como se contó en este domingo en este medio todo comenzó un par de meses antes de la votación presidencial del 29 de mayo, cuando el abogado Daniel Prado —hombre que defendió a Petro durante toda su alcaldía de Bogotá— llegó a la ciudad en nombre del Pacto Histórico para buscar contactos con organizaciones de los barrios donde las bandas imponen su ley. Su objetivo era entender las bandas y sopesar si estaban dispuestas a entregarse.
Así fue como Prado conoció el Movimiento Sinergia, que desde hace 25 años trabaja en barrios de Medellín y Bello, dice, para “salvar vidas”. Hoy, entre otras cosas, operan como enlace entre la banda “Los Pachelly” y el Gobierno Nacional, al menos así lo expresó este combo en la carta que recientemente le mandó al presidente Gustavo Petro. Sinergia es la misma que en su momento se reunió con el entonces secretario de Seguridad Gustavo Villegas para manifestarle la decisión de los combos de hacer la paz. Ya sabemos la historia, Villegas terminó capturado.
Prado le dio el visto bueno a la idea que se inventó Sinergia del “acogimiento a la justicia”, que hoy ya está haciendo su recorrido en el Congreso.
Como en esta paz total de Medellín los extraditables saldrían bien librados, a los combos les tocó entrar obligados al acuerdo de paz. ¿Se repite la historia?
La paz total que ahora tiene como protagonistas a las bandas de Medellín, quizá la única delincuencia urbana organizada del país, cuenta con el apoyo absoluto del canciller Álvaro Leyva, quien conoce bien el panorama de negociaciones que se han dado en Medellín, y del presidente del Congreso, Roy Barreras.
La baja de los homicidios la celebramos, pero lamentamos que no se deba al ejercicio de la autoridad del Estado, sino a la voluntad de los combos