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El análisis de esta situación de las advertencias de las calificadoras de riesgo sobre Colombia tiene dos componentes. El primero es el que corresponde a las cifras de desempeño fiscal, a la deuda del país y al déficit de la balanza. No se puede negar que Colombia en esos aspectos está teniendo registros menos positivos que otros países con calificaciones similares. Por eso es apenas razonable que las calificadoras hayan emitido esas señales de alerta, pero son más opiniones, porque no son decisiones en firme sobre rebajar las calificaciones.
El segundo componente es la perspectiva retadora que nos imponen esas advertencias. Colombia ha demostrado tener una economía sólida, con unas autoridades del Gobierno y del Banco Emisor que toman decisiones serias y bien fundamentadas y que son las que se necesitan. Un ejemplo claro es el correcto manejo de la inflación y la Reforma Tributaria del año pasado. Además, en el marco de la regla fiscal, el Gobierno viene cumpliendo con las metas propuestas.
A pesar de tener esa situación retadora, el país mantiene factores de fortaleza que demuestran que dentro de las dificultades las cosas se están haciendo bien y el panorama es complejo, pero positivo.
