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“La situación económica, social y política es muy complicada. A las restricciones a la movilidad y a la actividad productiva que vienen desde el mes de abril producto del tercer pico de contagios se le han sumado las movilizaciones y, en algunas ciudades principales, los bloqueos, que han provocado desabastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos. Las cifras de los meses de abril y mayo no serán buenas, seguramente en retroceso frente a los avances de los meses de febrero y marzo y, por supuesto, un deterioro adicional en materia de empleo que profundizara aún más las tensiones económicas y sociales que se han dado, sobre todo, especialmente por la pandemia y por los elementos que se han sumado recientemente. Es un retroceso en materia de recuperación económica y afectaría el crecimiento para 2021, que hemos pronosticado en 4,8 %. Por eso es fundamental abrir esos canales de dialogo, construir confianza, buscar soluciones efectivas para la reactivación económica y del empleo, que es la fuente primordial de ingreso para la mayoría de hogares en el país, con un énfasis en los jóvenes muy golpeados por la recesión y las restricciones a la movilidad y a la actividad productiva. Los retos son grandes pero la solución está en estos mecanismos de diálogo y concertación”
