Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
Esos testimonios –los de quienes fueron secuestrados- nos estremecieron. Fueron conmovedores. Y eso que provinieron de figuras conocidas. Es seguro que hubo delitos mucho peores con personas anónimas. Me parece -por eso voté NO en el plebiscito- que en este proceso se consagró la impunidad. Ante ello, se abre paso la competencia de la Corte Penal Internacional.
Produce repugnancia saber que acontecimientos tan terribles tuvieron lugar en este país. Delitos muy graves, tanto de la guerrilla como de los paramilitares. Desde luego, de modo independiente de su procedencia, todos fueron hechos violatorios de los derechos humanos y han quedado en la impunidad por causa de los acuerdos celebrados.
En materia de secuestros, irrita que las Farc -y lo mismo pasa con el Eln- cuando se dignan entregar a los plagiados, es como si nos estuvieran haciendo un favor, como si se tratara de una gracia concedida a la sociedad. Todo se convirtió en show mediático, en espectáculo, pese a la gravedad de los hechos.
La impunidad y el mismo hecho de la representación de las Farc en el Congreso, son pésimos mensajes para Colombia, en especial para la mayoría de ciudadanos de bien, que nos hemos comportado bien, que derivamos ingresos de nuestro trabajo. En comparación, no faltará quien, sin principios, se pregunte: ¿por qué no hice lo mismo? Ellos se han escudado en el perdón y el acuerdo, pero no respetaron las instituciones. Eso implica también faltas y vacío en el Derecho y en el Gobierno. El Ejecutivo, el Congreso y hasta la Corte Constitucional le fallaron al país y a la Constitución. Han contribuido a una mayor sensación de impunidad. Procedieron sin debate, sin revisión a fondo de las medidas. El gobierno Santos, que hizo el proceso, y el actual, que no ha dicho nada, han contribuido a la impunidad.