Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
No es oportuno el momento en el que el Gobierno implementa esta nueva tributación conocida como Impuesto al Patrimonio o como impuesto a la riqueza.
No estamos en contra de nuevas tributaciones siempre y cuando sean justas y bien estudiadas, pero lo malo de este impuesto al patrimonio es que golpea de frente a sectores productivos débiles y no recae sobre otros sectores fuertes que estarían en capacidad de asumirlo.
Este tributo perjudicará al que tiene un pequeño negocio, a la mediana y pequeña empresa, al pequeño cultivador. Es un impuesto gravoso que desestimula a los medianos y pequeños industriales e impide la creación de nuevas empresas.
Mientras a los pequeños y medianos empresarios, que son cerca del 92% del aparato productivo, se les castiga con esta nueva tributación, otros sectores como el financiero y el minero, que no están produciendo riqueza, no se ven perjudicados con este impuesto ya que mantienen el beneficio tributario.
Un capital de $1.000 millones no significa una riqueza declarada. Puede que haya empresarios que tengan terrenos o bienes que superen ese monto, pero no tienen flujo de caja o ingresos suficientes para asumir ese nuevo tributo.