Mencionar a Medellín como la ciudad de la Eterna Primavera invita a inhalar y exhalar una bocanada de aire, como una certificación para comprobar un oxígeno fresco mientras la mirada se pierde en el horizonte entre el verde de las montañas y el azul del cielo, sin embargo, desde el pasado 8 de marzo, hacer esto es una acción temeraria: el alto índice de material particulado (PM2.5 y PM10) generó una emergencia ambiental que, además de dejar una grisácea bruma sobre la ciudad, también le quitó su apodo más famoso.
Este preocupante panorama de contaminación que perjudica al Valle de Aburrá, es para la organización La Ciudad Verde el advenimiento de ese apocalipsis ambiental al que le han temido desde 2011, año en que nació como un colectivo independiente.
Campañas, acciones ciudadanas y proyectos que han hecho llegar a entidades públicas han sido parte del trabajo de La Ciudad Verde. En Medellín fue el nacimiento, pero hoy en día este colectivo está en Villavicencio, Cali, Bogotá, Quibdó y Barrancabermeja; así como también en las redes sociales, espacios en los que han buscado atrapar voluntarios a favor de la causa verde.
Justo desde su cuenta en Twitter @LaCiudadVerde, conversamos con ellos sobre la crisis ambiental que hoy aqueja al Valle de Aburrá y las propuestas que abanderan para recuperar la calidad del aire, por eso son nuestro Perfil Tuitero de la semana:
¿Es Medellín la ciudad más contaminada del país?
“Sí, un estudio publicado en 2014 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos ubicó como la novena ciudad con más polución de América Latina, en Colombia nos sigue Bogotá”.
Para muchos es inverosímil que arena del Sahara llegue a Medellín, ¿cómo sucede?
“No es primera vez, esto responde a patrones de circulación del aire. Pero no sólo es la arena del Sahara, prueba de ello es que los niveles de contaminación bajaron en Semana Santa con menos carros”.
¿Qué porcentaje de contaminación es por vehículos y cuánto por industrias?
“En Medellín cada vez hay menos industria pero, ¡el parque automotor se duplicó en 10 años! El Área Metropolitana indica que 70-80 % es por fuentes móviles y el resto de empresas”.
En países como México se ha encarecido el uso del vehículo privado, ¿puede funcionar en Colombia?
“¡Sí! La Universidad de Medellín hizo un estudio sobre esto y los resultados muestran viabilidad. Más que encarecer es cobrar externalidades, porque lo que le cuesta a la sociedad que cada uno maneje es más que lo que cada uno paga. Necesitamos campañas para sensibilizar sobre la movilida sostenible y el uso racional del carro. Obviamente, el transporte público tiene que ser más barato, cómodo, y rápido para que sea atractivo”.
El Poblado es una de las zonas más críticas del Valle de Aburrá, ¿por qué y qué solución tiene?
“Lo primero es dejar de hacer monumentos del tipo valorización, invertir en transporte público. El Poblado tiene la menor densidad poblacional pero la mayor cantidad de carros. Al Valle entran 100 carros/día. Si construir vías fuera solución, necesitaríamos 0,5 km más cada día”.
¿Qué medidas adicionales deben activarse?
“En Milán y Roma implementaron pico y placa durante más horas en emergencia, en México todo el día, en París prohibieron la circulación de todos los carros y motos. Esas medidas sirven mucho más. Es hora de que la Alcaldía de Medellín lidere campaña de concientización, el control estricto debe ser a buses, camiones y todo vehículo que no cumpla normas”.
A las personas les indigna ver buses con humaredas por donde pasan, ¿qué tanto contaminan?
“Contaminan mucho y los tipos de contaminantes son muy visibles, impresiona, pero hay muchos carros y motos que terminan por contaminar más. Hay que avanzar con chatarrización de buses viejos y renovación de buses con energías más amigables. Los buses son (cada vez deben serlo más) parte de la solución para la movilidad y el aire de Medellín”.
¿Cómo influye la lluvia en la problemática?
“¡Mucho!, el asunto es que en todo marzo se juntaron muchas variables: la inversión térmica, la arena del Sahara, la falta de lluvias y la contaminación tradicional que solita nos hizo ganar el título de la más contaminada”.
El ciudadano, ¿cómo puede contribuir para solucionar este problema?
“Los ciudadanos tenemos tanta responsabilidad como los gobernantes. Sobre el aire (y la congestión) podemos tomar la decisión de caminar, utilizar transporte público o desplazarnos en bicicleta.
En general, se trata de hacer parte de una discusión democrática de la que todos aprendamos. Invitamos a los ciudadanos a seguir la campaña #MejorSinPlástico”.
¿Qué medidas permanentes deberían tomar las autoridades municipales a raíz de este problema?
“Primero controles estrictos y periódicos a todas las posibles fuentes. Lo segundo, muchísima fuerza a campañas comunicacionales que llamen a la corresponsabilidad ciudadana, también carriles exclusivos para el transporte público, cobros por congestión, expandir estacionamiento regulado e impulsar el #DíaSinCarro con más fuerza y frecuencia. ¡Es la oportunidad para cambiar paradigmas!”.