Que el azar también tiene su rol en los descubrimientos que hace la ciencia, no queda duda.
Así fue como astrónomos acaban de detectar una nueva vecina de la Vía Láctea.
El grupo de investigadores usaron el telescopio espacial Hubble de la Nasa y ESA (agencia europea) para estudiar estrellas blancas dentro del cúmulo globular NGC 6752.
La intención era medir la edad de esas estrellas para conocer la del cúmulo donde están. Pero se toparon con algo que no esperaban.
En la parte exterior del área observada con la cámara avanzada del Hubble, se detectó una colección compacta de estrellas. Tras un análisis cuidadoso de sus brillos y temperaturas, los astrónomos concluyeron que no pertenecían al objeto de su estudio, que está dentro de la Vía Láctea sino que estaban millones de años luz más alejadas.
Se trata de una galaxia modesta, que fue bautizada como Bedin 1. Es alargada y mide solo unos 3.000 años luz, una pequeña fracción de lo que mide la nuestra (más de 100.00 años luz).
No solo es muy pequeña, sino increíblemente tenue. Por eso los científicos la clasificaron como una galaxia enana esferoidal.
Esta clase de estructuras son definidas por su tamaño pequeño, su luminosidad muy baja y la ausencia de polvo y poblaciones de estrellas viejas.
De esta clase se conocen 36 galaxias en el Grupo Local, 22 de las cuales son satélites de la Vía Láctea.