Suena extraño que un objeto del Sistema Solar descubierto a principios de siglo reciba nombre en 2016, pero en astronomía hay que estar muy seguros y evaluar los parámetros.
Por eso esta semana se conoció que ese objeto, un asteroide o cuerpo pequeño del Sistema Solar, descubierto por el astrónomo y profesor de la Universidad de Antioquia, Ignacio Ferrín, fue bautizado según su voluntad con el nombre de Medellín.
Para mayor exactitud, 366272 Medellín, también conocido en la nomenclatura internacional como 2013 AB39.
No fue hallado desde Colombia, donde no existen telescopios para investigación científica profesional, sino en Venezuela, donde creció Ferrín, nacido en Vigo, España.
El profesor ha encontrado varios asteroides, incluso uno en órbita transneptuniana en el año 2000, conocido como 2000 EB173 Huya, lo cual tampoco es sencillo.
En una de sus campañas de observación hace más de 10 años con el estudiante Carlos Leal, encontró una docena de nuevos cuerpos en el cinturón principal de asteroides, un verdadero enjambre de rocas de distintos tamaños entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Un trabajo adelantado durante 24 días seguidos en el Observatorio Astronómico Nacional de Llano del Hato en Mérida, Venezuela.
Casi todos los cuerpos descubiertos andan con nombre ahora, de acuerdo con las normas y parámetros de la Unión Astronómica Internacional, que reserva el derecho de bautizo para el descubridor siguiendo sus lineamientos.
Hace dos años uno de esos objetos fue bautizado, por su voluntad, con el nombre de Jorge Zuluaga, astrónomo investigador y coordinador de los programas de Física y Astronomía en la Universidad de Antioquia, donde Ferrín es docente también. Es el 347940 Jorgezuluaga.
Ferrín asimismo llamó uno de sus hallazgos con el nombre de su ciudad natal.