El mercado de smartphones, cada vez más saturado, recibió un nuevo competidor, Pixel, el teléfono móvil con el cual Google decidió estrenarse como fabricante en este sector.
Rick Osterloh, vicepresidente de hardware de la empresa, contó durante la conferencia de lanzamiento que en los nuevos dispositivos la intervención de Google está “por dentro y por fuera”. No obstante, durante el evento no se mencionó que el ensamble está a cargo de la compañía taiwanesa HTC, con quien Google ya había trabajado cuando en conjunto desarrollaron el primer teléfono Nexus, el One, lanzado en 2010, y posteriormente en la fabricación de la tableta Nexus 9, presentada en 2014.
El lanzamiento de Pixel no tomó por sorpresa a los fabricantes y medios especializados. Sobre el equipo ya había rumores y se conocía su nombre. La sorpresa para algunos fue que esta vez la compañía trabajó sola en su equipo, sin asociarse con ningún fabricante como lo hacía con Nexus.
Juan Garzón, editor del portal Cnet en español, menciona que la decisión de Google probablemente obedece a una necesidad de tener más control sobre el producto. “Es el primer paso para estos teléfonos. Google busca controlar un poco más sus dispositivos y liberar de una mejor manera las actualizaciones de Android, una de las frustraciones de los usuarios”.
Google espera con Pixel que quien tenga el nuevo equipo reciba la actualización del sistema operativo cuando esta esté lista. Sin embargo, esa pretensión le parece vaga al editor de Cnet en español ya que, según él, en la liberación de dicha actualización también intervienen, además del fabricante del teléfono, quienes aportan otros componentes de él que deben probarla antes de ponerla a disposición del público.
“Lo que hizo Google fue proteger el ecosistema de Android, que hoy que es tan, o hasta más maduro, que el de Apple”, opina Santiago Villegas, estratega digital orientado a la gestión del conocimiento. Para Villegas la estrategia de la compañía va por el camino de mostrarle al cliente que pueden producir equipos propios donde la marca de un tercero desaparece, y además logran una integración de software y hardware más profunda.
“Pixel ofrecerá una experiencia Android 100 % limpia e integrada al ecosistema de Google, al de sus plataformas que integran el internet de las cosas”, señala Villegas.