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Tener un carro impecable, como cuando salió de la fábrica, es la pasión de muchos conductores que llegan a un extremo tal como demorarse hasta dos días en el proceso de limpieza y dejar cada uno de los interruptores y rejillas de las salidas del aire acondicionado alineados al milímetro. Incluso las posiciones de los asientos coinciden después de quitarlos para limpiar hasta el último rastro de suciedad. Otros además llegan a limpiar el carro después de traerlo del lavadero. Toda una obsesión por los detalles.
Para este tipo de personas y para quienes quieren recuperar su auto de las capas de polvo y suciedad propias de este estado de confinamiento existen numerosas técnicas y productos para asegurarse de que queden impecables. Y sirven para personas con varios autos en casa, los que tienen carros de lujo, antiguos, colecciones, hasta carros de uso diario. EL COLOMBIANO consultó al especialista en detallado de vehículos Richard Tipper a través del equipo de prensa de Porsche Latinoamérica y estos son sus consejos:
“Por ser los elementos que más entran en contacto con las manos se llenan de cúmulos de sudor y la grasa. Con el tiempo parece que se han desgastado, pero en realidad es solo grasa acumulada, aunque no suene muy agradable. Lo que tenemos que hacer es quitar esa grasa y restos de sudor para que recobren su aspecto nuevamente”, dice Tipper.
Para limpiar el volante no esparza el producto directamente sobre la superficie, sino sobre la tela de microfibra. Envuélvalo alrededor de un cuarto del volante y comience a trabajarlo girando suavemente el paño. “Imagine que está girando el mango de una moto”, dice el especialista.
Proceda de la misma manera con el resto de cuartos del volante. Si hay alguna zona especialmente mala como las marcas de los pulgares, use solo uno de sus dedos envuelto en la microfibra para concentrarse en ella. A continuación, utilice un paño seco para absorber la mayor cantidad de humedad posible, frotando de nuevo el redondel del volante para tratar de devolver la esponjosidad. Deje el volante solo durante un par de horas para que se seque de verdad
La palanca de cambios límpiela de arriba hacia abajo para evitar que las impurezas se alojen en el protector de la barra. Pase luego el paño con movimientos circulares sobre la perilla, esto permitirá remover la suciedad y grasa que se haya acumulado. También se puede utilizar un cepillo para limpiar los canales donde se alojan los números de la relación de cambios. Finalmente, pase un paño húmedo y elimine el producto sobrante.
Dice Tipper que es mejor empezar por las ruedas antes de lavar el resto del auto porque a menudo constituyen la parte más sucia de todo el vehículo. Utilice un balde diferente para esta parte.
Use cepillos suaves, que suelen estar hechos de microfibra, no de cerdas. Elija un juego con mangos de plástico, en lugar de metal, para ayudar a evitar los rasguños. “La mejor manera de limpiar un rin es quitarlo, pero si no puede hacerlo, rocíelo con un gel de descontaminación cuando se encuentre frío, tratando de evitar que penetre en el disco o las pastas de los frenos tanto como sea posible”.
No se olvide de la parte interior del rin para hacer un trabajo realmente minucioso.
Finalmente, enjuague bien todo. No limpie muy de cerca el aluminio con un chorro a presión, con solo enjuagar suavemente bastará.
“Algunas personas usan un líquido que da brillo a los neumáticos como un toque final, pero una advertencia: evítelo si deja su auto tapado con un cobertor, ya que se manchará con ese líquido”, aconseja el experto inglés.
Según el especialista Richard Tipper, la forma más segura de lavar un auto es evitar la luz directa del sol cuando esté haciendo esta tarea. “Asegúrese de que el automóvil esté frío y si realmente quiere que todo sea más fácil, manténgase alejado de los árboles o de sitios donde hay mucho viento”, dice.
Si observa cuidadosamente el automóvil, probablemente verá una serie de rasguños y remolinos en la pintura, por lo que es muy importante que el guante de lavado se mantenga sin arenilla y que no esté sucio. Use espuma o un producto de prelavado. Asegúrese de remojar todo el auto.
Utilice el método de dos baldes. Sumerja el guante en agua jabonosa y llévelo, con espuma, sobre el automóvil, luego enjuague el guante en el balde lleno de agua corriente. Vuelva al balde jabonoso, de ahí regrese al auto y repita. Esto elimina la mayor cantidad de arena posible.
Comience por el techo y continúe descendiendo por los lados, por el frente y por la parte trasera, dejando las partes más sucias del auto para lo último.
Enjuague todo el vehículo con el agua limpia del balde (use más si así lo requiere) y luego tome su toalla de microfibra para secarlo. Estas son muy gruesas y absorben mucha agua. Colóquela sobre el automóvil, deje que absorba el agua y luego arrástrela suavemente. Verifique que no quede agua en las hendiduras o en las bisagras y las tapas del depósito de gasolina.
Este es el corazón del automóvil y existen métodos que no implican tener que limpiarlo con agua. Los detergentes pueden ser muy efectivos para quitar el polvo acumulado. Asegúrese de que el motor esté frío antes de comenzar. Elija un limpiador para todo uso, que tenga la cantidad de solvente más bajo, porque es menos probable que eche a perder cualquier pieza de caucho con la que entre en contacto.
Concéntrese en rociar sección por sección, una a una, de modo que no rocíe demasiado limpiador por otras partes que se pueden secar antes de tener la oportunidad de limpiarlas. Luego use paños de microfibra para retocar ligeramente las superficies superiores. Tenga a mano algunos pinceles para los rincones y hendiduras.
Dice Tipper que es una buena idea hacer un control de mantenimiento general del motor mientras está haciendo la limpieza. “Incluso si no tiene una mentalidad mecánica, siempre puede consultar el manual y verificar la tensión en las correas o asegurarse de que los rodamientos estén lubricados”.
Es el último trabajo que se hace pues el carro debe estar limpio pero completamente seco. Si va a utilizar una crema de brillar “todo en uno” use una almohadilla tipo aplicador (una esponja envuelta en un paño de microfibra) y coloque cuatro gotas de la crema del tamaño en la almohadilla. Eso debería servir para un área de aproximadamente 50 ó 60 centímetros cuadrados.
Comience en el centro del área y brille en líneas rectas. Revise la etiqueta del fabricante para ver cuánto tiempo debe dejar secar la crema. Una vez cumplido el tiempo recomendado tome un segundo paño de microfibra y comience a quitar la crema. Este paño debe ser un material suave, e incluso quítele las etiquetas, para evitar rasguños. Dóblelo en cuartos, no lo sacuda, y luego, con la mano extendida, frote suavemente la crema hasta que la microfibra se deslice fácilmente sobre la pintura. No utilice este tipo de cremas en las superficies de plásticos, vidrio, caucho o fibra de carbono mate, ya que los blanqueará.