¿Qué hizo especial a Leonardo da Vinci? Que fue curioso, y eso lo llevó a hacerse preguntas, a formularse problemas y a encontrarles solución.
La reflexión la hace Ómar Muñoz Sánchez, doctor en estudios avanzados en comunicación, magíster en estrategia y creatividad y director del grupo de investigación-Epilión de la Universidad Pontificia Bolivariana.
La curiosidad es un principio básico de la creatividad, señaló él. Y además de ese rasgo, se necesita actitud, pues ser creativo comienza con sentirse así: si alguien no cree que lo es, definitivamente no lo logrará.
¿Y para qué ser creativo por estos días? La respuesta es contundente: es una de las 10 habilidades más importantes para conseguir cualquier empleo, señala Daniel Ricardo Muñoz, CEO y Co Fundador de DMi Innovación y Desarrollo empresarial. Además, en los próximos tres años será una de las tres primeras.
Ese dato lo confirma el Informe del Futuro del Empleo, realizado por el Foro Económico Mundial en 2018. Este describe que las tres principales destrezas requeridas en la Cuarta Revolución Industrial son la resolución de problemas complejos, el pensamiento crítico y la creatividad.
En las llamadas industrias creativas, como la moda, sobre la cual se habla por estos días en Colombiatex de las Américas, evento que se realiza hasta este jueves en la ciudad, sí que se necesita, ya que según el doctor Muñoz, busca resolver necesidades y solucionar problemas en los consumidores contemplando determinado tipo de materiales o contextos; en eso, entre otras cosas, deben pensar quienes crean en ese sector y eso los hace creativos.
Así como la moda, el cine, la publicidad, la arquitectura, la música, el software, y en general esas industrias creativas en las que los bienes y servicios están fundamentados en la propiedad intelectual, necesitan de personas imaginativas.
Y lo que ha pasado en los últimos años, resalta el magíster en estrategia y creatividad, es que los oficios que se desprenden de ellas se están articulando con otros, como la ingeniería. “Se están abriendo a otros conocimientos, y viceversa, con el fin de enriquecerse y generar innovación”, comenta. “Estamos en un presente en lo que todo se correlaciona, los arquitectos hablan del Internet de las Cosas o de casas inteligentes con controles de acceso biométricos”, cuenta Omar Muñoz.