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Construir un capital, siempre es buena idea
La inversión en propiedad raíz es una de las más seguras y sencillas que hay, empezar es cuestión de voluntad.
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Invertir en proyectos en planos es una alternativa rentable.
FOTO jUAN aNTONIO sÁNCHEZ
29 de julio de 2020
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Construir un patrimonio no necesita demasiado. Según Juan Fernando Londoño, CEO de Mi Inversión Inmobiliaria, se puede empezar con $600.000 de los ingresos mensuales.
Su recomendación es convertir ese ahorro en el pago mensual de la cuota inicial de un proyecto sobre planos, que suele tomar alrededor de tres años. Para quienes cuentan con un presupuesto limitado, pueden invertir en Viviendas de Interés Social Prioritario, cuyo valor máximo es de 90 Salarios Mínimos Legales Mensuales Vigentes (smmlv) o Viviendas de Interés Social (valor máximo de 150 smmlv) y que pueden recibir subsidios.
Teniendo la cuota inicial, se puede solicitar un préstamo, aquí advierte Londoño, es importante acudir al banco antes de pagar la cuota inicial, pues es posible que no cumpla con las condiciones para el crédito y se deba rescindir el derecho de compra que se adquirió e incurrir en el pago de una penalidad.
Vivir de la renta
Una vez termine de pagar la vivienda puede venderla o arrendarla. Para Londoño, lo más recomendable es la venta cuando de un proyecto nuevo se trata, pues puede retirar las ganancias de la inversión, es decir, la valorización, una vez el proyecto esté terminado. Las constructoras ofrecen sus proyectos con precios más económicos al inicio, lo que se convierte en ganancia.
Londoño afirma que con ese superávit se puede hacer una nueva inversión o incluso dos, mientras que el arriendo debe tener en cuenta muchas variables. “La renta es 0,5 del valor del inmueble, lo que no es mucho en las primeras inversiones; además, hay que descontar los pagos a la inmobiliaria, la administración de la propiedad horizontal, el impuesto predial, el mantenimiento y el tiempo que puede estar desocupado”.
Para Julio Montoya, director comercial de Globo Inmobiliario, el panorama de la renta cambia cuando se trata de inmuebles con destinación comercial. “Un local pequeño puede valer lo mismo que un apartamento, la permanencia es mucho más estable porque, aunque los contratos también se hacen a un año, el inquilino debe hacer todas las adecuaciones y nadie hace la inversión para desocupar en un año”, además afirma que el mantenimiento es mucho más sencillo y económico.
Según Londoño, no es tan fácil especular si un proyecto comercial va a ser exitoso, mientras que para una vivienda basta asegurarse de que tenga buenas vías de acceso, un asoleamiento cómodo y una altura media, por eso es una inversión más segura, así rente menos. De igual forma, Montoya resalta que al tratarse de inmuebles y no negocios o acciones, el inversor tiene un activo que seguirá existiendo así cambien su valorización.
A pesar de las fluctuaciones, una inversión inmobiliaria es segura y es fácil iniciar el camino en la juventud, para más adelante comprar la vivienda soñada o asegurarse una pensión. Lo importante es adquirir el hábito de ahorrar y asesorarse correctamente .
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