¿Usted se come todo lo que está en su plato? ¿Qué hace con ese pedacito de carne o esos últimos granitos de arroz que no fue capaz de consumir? ¿Con esa comida que sobró del almuerzo de ayer? ¿Los bota?, ¿los guarda y se los come al otro día?
Hoy justamente es el Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, un problema no solo con implicaciones sociales y económicas, sino también medioambientales.
Esa comida que no consumió está contaminando el planeta, porque la producción del alimento utiliza 34% de la tierra y 70% del agua dulce (la más escasa), impulsa la deforestación y el cambio en los usos de suelos y ecosistemas y es causa de 29% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El desperdicio constituye el 10% de esas emisiones, que son las que ocasionan ese cambio climático.
Además, se calcula que el 40% de la comida que se produce en todo el globo no se consume y no es que todos estén bien alimentados. De hecho, a nivel global hay 690 millones de personas que pasan hambre y, al mismo tiempo, más de 2.000 millones son obesas o tienen sobrepeso.
No es una fecha para celebrar
Sobre todo en Colombia. Según un estudio de la WWF Colombia realizado en 8 ciudades del país, solo tres de cada diez colombianos afirman no haber desechado comida en el último mes.
En total, los desperdicios en estos hogares del país se calculan en 1,5 millones de toneladas anuales, algo así como 32 kilos por persona.
La WWF dice que lo que encontraron con el estudio Desperdicios: imaginarios, actitudes y comportamientos en Colombia realizado en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Florencia, San José del Guaviare y Leticia es que “existe gran desconocimiento frente a esta situación y las personas creen que su forma de alimentarse no es determinante en la crisis climática”.
Dicen que no solo las malas prácticas cotidianas, sino también el mal almacenamiento y el inadecuado manejo de comida preparada y sobras es lo que lleva al desperdicio.
“Si se tiene en cuenta que el 40% de toda la comida que producimos en el planeta no se come, es indispensable empezar a entender por qué y qué debemos cambiar para evitarlo. No sólo estamos perdiendo o desperdiciando los alimentos en sí, sino recursos tan valiosos como el agua usada para producirlos”, explica Camila Cammaert, Coordinadora de Sistemas Alimentarios Sostenibles de WWF Colombia.
Caso colombiano
En el país, el desperdicio parece tabú, un asunto de clases. Cada año en Colombia se pierde 34% de los alimentos producidos, según el Departamento Nacional de Producción. El estudio agrega que el promedio de veces que la gente afirma desechar comida, alimentos o ingredientes, que se hayan dañado por algún motivo es de 1.9 veces por semana. Es, de hecho, la abundancia, la percibida como la principal razón de estas pérdidas.
En Bogotá los ciudadanos son los que más dicen desechar comida por vencimiento de los productos, los bumangueses son los que menos perciben la cantidad de comida que desperdician, en Medellín es donde más se afirma que se desperdician alimentos parcialmente usados, por ejemplo, unas cuantas rebanadas de pan o una cebolla a la mitad y en las ciudades amazónicas (Florencia, San José del Guaviare y Leticia), los habitantes son los que más importancia le dan a no desperdiciar alimentos.