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Enfermedades cardiovasculares e importancia de la vacunación
Son muchos más los beneficios para las personas con este y otros tipos de comorbilidades.
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Consultar con el médico puede ayudar para tomar la decisión más adecuada. FOTO SSTOCK
La pandemia y la carrera por conseguir un biológico efectivo para combatirla, ha evidenciado la importancia de las vacunas en un mundo en el que cada vez estamos más expuestos a virus e infecciones más complejos.
Especialmente para quienes sufren de comorbilidades tales como las enfermedades cardiovasculares que, según la Organización Mundial de la Salud —OMS— previo a la pandemia, eran la principal causa de muerte en el mundo.
Por ello, cuando comenzaron a aplicarse las vacunas contra la Covid 19, entre las primeras poblaciones en ser priorizadas estuvieron precisamente las personas con afecciones cardíacas, pero los mitos y creencias que se generaron en torno a los diferentes biológicos disponibles para la vacunación, provocaron temor e impidieron que muchos se acercaran a recibir las dosis contra la enfermedad.
Para Juan Carlos Cataño Correa, infectólogo y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, los mitos relacionados con la vacunación han existido desde siempre, tanto en adultos como en niños. “Algunas de estas creencias son por ejemplo que las vacunas modifican el material genético o que a través de ellas se implantan microchips. También se han desarrollado teorías peligrosas como por ejemplo que la vacunación en los niños podría generar autismo”, dice el docente y agrega que gracias a teorías como esta, en 2019 en Estados Unidos hubo un considerable aumento en los casos de sarampión entre personas que no habían sido vacunadas.
Entre los mitos que surgieron con la vacunación anticovid, se popularizó que algunos de los biológicos que serían inoculados, tenían como efecto secundario la formación de coágulos o trombos, un riesgo precisamente para la población con enfermedades cardiovasculares. Pero, aunque en efecto se evidenciaron algunos casos, entidades como la Agencia Europea de Medicamentos, calificó este como un “efecto secundario raro que podría provocar la muerte de una persona entre un millón”. “Con los antivacunas sucede que siempre miran la excepción y no la regla”, apunta Cataño Correa.
El infectólogo manifiesta que “precisamente uno de los grandes temores de los pacientes con enfermedades cardiovasculares, y de las personas en general, son los efectos secundarios. Pero, es importante entender que en la mayoría de los casos, estos son mínimos comparados con las complicaciones que se presentan cuando una persona con una enfermedad de base, adquiere el virus”.
Por su parte, Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades no transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social, indica que “los pacientes con enfermedades cardiovasculares, están entre las poblaciones en las que la vacunación se hace indispensable, toda vez que por su condición son más vulnerables y están expuestos a complicaciones y cuadros graves en caso de desarrollar el coronavirus”.
Para la funcionaria, “la gran ola de desinformación impide que las personas que padecen este tipo de enfermedades, tomen las decisiones correctas, exponiendo de esta manera su salud y su vida”.
Finalmente, el infectólogo Cataño Correa recalca que “en nuestros país, la vacunación tanto para Covid como para otras enfermedades, se brinda a demanda, es decir, nadie está obligado a vacunarse a menos que sea su voluntad”. No obstante, recuerda que la vacunación ha salvado millones de vidas en el mundo y se ha convertido no solo en una estrategia de autoprotección, sino además en una manera de proteger a nuestras familias y seres queridos, y en una visión mucho más amplia, a nuestra sociedad
55.000
personas murieron en 2019 por ECV, de acuerdo con cifras del Dane.
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