Todo empezó en marzo de este año con el aislamiento producido por la pandemia de la covid-19. Cambió el estilo de vida de las personas, sus rutinas, tocó aislarse. El trabajo, gimnasio, compras o trámites, pasaron a estar en un mismo lugar. Esto provocó, según el psicólogo y docente de la Universidad de Antioquia Orlando Arroyave, que las personas cambiaran sus emociones, sintieran algunas nuevas, un mar de particularidades que incluso generaron conflictos familiares por estar tanto tiempo juntos.
Todavía es pronto para saber cuáles son los efectos de la pandemia y el aislamiento social en las personas, indica el docente Arroyave, pero es importante que ahora que el año se está terminando pueda pensar en la emocionalidad que trajo consigo el 2020 y si descubrió algo de usted que quizá no había notado antes.
Entendiendo las emociones
¿Alguna vez le ha pasado (incluso antes del coronavirus) que su razón le dice algo, pero su cuerpo lo contrario? Resulta que esto tiene una explicación, según la psicóloga Liliana Mejía, y es que los seres humanos somos integrales, nuestro cuerpo y mente forman uno solo y nuestras emociones son el hilo conector entre ambas, estas cumplen un papel importante en cada acción de la vida que hacemos, como despertar con buen humor o hablar con el otro.
Las emociones no deben definirse como positivas o negativas, estas son las encargadas de decirnos si nos sentimos tristes, felices, eufóricos o asustados y nos permite tener varias reacciones tanto con nosotros como con los demás. Para Mejía, las emociones, “son una expresión de nuestro aparato psíquico. Como tenemos un aparato físico, lo tenemos también mental". Por lo tanto, es necesario que eso que sentimos salga a flote, así como lo cuenta psicóloga, esto hará que exista una conexión profunda entre nuestra mente y cuerpo, y que fluyan de una manera adecuada.
Las manifestaciones
Para la psicóloga, el cuerpo humano es algo tan completo, que cuando las emociones salen a flote de manera descontrolada, el organismo las asume a través de síntomas como latidos rápidos del corazón, sudoración excesiva, quietud en los miembros inferiores y superiores, esto por mencionar algunos. De esta manera, el cuerpo nos avisa que hay una emoción fuerte pasando por nuestro organismo. Por lo tanto: “Se debe tener cuidado especial en cómo se manifiestan estas emociones al exterior, esto se conoce como inteligencia emocional, y es esa capacidad de consciencia en sí mismo y en el otro”.
La psicóloga define la inteligencia emocional como una habilidad con la cual todos los seres humanos nacemos, esta se compone de cuatro elementos fundamentales como las capacidades de vernos a nosotros mismos, la de conectarnos con el otro, la empatía, para ponernos en su lugar y cómo socializamos.