Imagine por un momento que se dedica a la pintura, no lleva mucho en el mercado, pero vive cerca de galerías, museos y de otros artistas más experimentados que lo ayudan a formarse. También está cerca de cafés, restaurantes, instituciones y parques cómodos en los que puede relajar la cabeza y hablar con personas ingeniosas, distintas, un ambiente muy creativo, muy a la mano, ¿le gusta? Algo así son los distritos creativos, la apuesta urbana que gana terreno en Medellín y en el mundo.
Para entenderlos, piense en ellos como ecosistemas donde las ideas pueden fluir y los proyectos creativos desarrollarse y crecer mediante políticas y beneficios gubernamentales, de ventajas públicas e inversión privada, que facilitan la formación de una economía positiva a su alrededor. Además, suelen ser zonas seguras, con urbanismo y con calidad de vida, así como con una alta oferta cultural, gastronómica y educativa, cuenta Paula Trujillo, directora de Estrategia de Conexiones Creativas, corporación sin ánimo de lucro, con sedes en Colombia y España, que busca integrar este tipo de proyectos.
Así como hay distritos creativos, también están los distritos educativos, con bibliotecas, espacios deportivos e instituciones de aprendizaje, y también distritos patrimoniales, como los centros históricos.
Trabajo colaborativo
En casi todas las grandes ciudades occidentales los distritos creativos se han desarrollado desde principios de este siglo. Barcelona, Amsterdam, Quito, Buenos Aires, Miami y Montreal tienen espacios con esa misma función, aunque no siempre con ese nombre.
Por este motivo, para aprender y compartir experiencias, se celebró en Medellín el segundo Encuentro de Distritos Creativos América - Europa. Un espacio al que asistieron más de 200 líderes, 22 expertos y 11 casos de ciudades del mundo, entre ellas los dos distritos que se desarrollan en la ciudad: San Ignacio, Patrimonio, Cultura y Educación, así como el distrito creativo Perpetuo Socorro.
De igual forma, se estableció la primera mesa de trabajo, para que el intercambio de información y experiencias no se limitará a una única reunión anual, sino para que fuera un trabajo coordinado.
Así mismo, Trujillo resalta que parte de la investigación que se reúne en este tipo de eventos, así como de pasantías se encuentra disponible y con acceso gratuito desde su página web www.cccreativas.com.
Oportunidad para aprender
Para Trujillo que el trabajo colaborativo sea posible entre los distintos distritos creativos les da a los espacios más jóvenes la oportunidad de tomar ideas y aplicar experiencias para tener un desarrollo más sencillo y orgánico, o de contrastar la efectividad de sus propias estrategias.
Por ejemplo, uno de los grandes desafíos que enfrentan desde el Distrito del Perpetuo Socorro tiene que ver con las pocas viviendas en el sector y la necesidad de atraer a nuevos residentes.
Como experiencia pueden apoyarse en Le quartrier des spectacles, el distrito de Montreal, del que nació el Circo del Sol. Su representante ante la corporación Guillaume Aniorté señala que ellos lo solucionaron aumentando los beneficios tributarios para los sectores artísticos, para que ocuparan ese espacio de la ciudad con su trabajo, pero también para que el de la construcción desarrollara viviendas e infraestructura en esos espacios.
Posteriormente con los trabajos artísticos se atrajo turistas y ciudadanos curiosos, quienes permitieron el desarrollo social y comercial con restaurantes dando vida al distrito.
En el caso del Distrito San Ignacio Patrimonio, Cultura, Educación, su director Hernando Gómez señala que uno de sus desafíos es resaltar y preservar el casco histórico de la ciudad.
Agélica Arias, representante del centro histórico de Quito, que es Patrimonio Mundial desde hace 40 años, cuenta que a pesar del tiempo una de las mejores estrategias que han implementado es la de escuchar a la comunidad que habita ese espacio tradicional y articularla con la intuición de expertos académicos, procedimiento que Gómez resalta que se practica actualmente en el Distrito de San Ignacio