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¿Qué significa tener el colesterol alto? Le contamos

Buena parte de su salud se refleja en este líquido rojo y en la lectura que hacen de él los expertos. Esto dicen.

  • Ilustración. Foto: Sstock
    Ilustración. Foto: Sstock
06 de marzo de 2022
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Cuando le dicen que tiene los triglicéridos o la glucosa alta, ¿sabe realmente lo que significa? En su sangre puede leerse cómo está su salud y qué tan propenso es a desarrollar alguna enfermedad. Entre 10 y 12 mililitros de este líquido (de dos a tres cucharaditas) bastan para detectar niveles poco saludables de grasas (colesterol, triglicéridos) y azúcar (glucosa), que podrían traducirse en factores de riesgo para dos de las afecciones con mayor prevalencia en el mundo: la diabetes mellitus (que para 2019 fue la sexta causa de muerte global, según la Organización Mundial de la Salud) y las enfermedades cardiovasculares (como hipertensión, insuficiencia cardiaca, arritmias, entre otras) que son la principal causa de muerte en América Latina.

Entender la glucosa

Panes, azúcar de mesa, pasteles, arepas, tortas, arroz, todos son alimentos que pueden clasificarse como carbohidratos. Cuando los come, su cuerpo los transforma en glucosa o “azúcar”, realizando así un proceso natural y esencial para vivir.

Sin glucosa su cuerpo no podría funcionar. Las células (que son los componentes básicos de todo ser vivo, brindan estructura al cuerpo y absorben los nutrientes) la necesitan para obtener energía y desarrollar las funciones que lo mantienen vivo, por ejemplo, respirar o reparar los tejidos después de una lesión.

Es muy necesaria, enfatiza la microbióloga Liliana Avecedo Sáezn, PhD en Ciencias Básicas Biomédicas y docente de la Facultad de Enfermería de la Universidad CES, y funciona así: cuando la glucosa pasa del tracto digestivo a la sangre, “de ahí la captan las células para poder tener energía. Eso es totalmente natural, el problema es cuando hay un exceso que puede desencadenar algunos problemas a nivel metabólico”.

El riesgo, entonces, no está en la glucosa en sí sino en su exceso, sus niveles elevados. Los análisis de sangre miden qué tanta glucosa está quedando allí sin que las células la capten, pues ellas finalmente toman solo la cantidad que necesitan: si usted les está “administrando” mucha más cantidad, añadido a la posibilidad de que haya una producción insuficiente de insulina (la hormona que controla la concentración de glucosa en sangre), esta quedará allí alterando su composición y haciéndolo propenso a daños en los vasos sanguíneos, lo que a su vez puede tener consecuencias como fallas en el corazón o en los ojos.

Y aunque su medición debe hacerse con seguimiento y recomendación profesional, se considera alta en sangre cuando es superior a 130 miligramos antes de la comida o a 180 miligramos dos horas después del primer bocado. Estas cifras pueden ser el inicio de problemas como diabetes, ceguera o insuficiencia renal.

Entender las grasas

Los triglicéridos y el colesterol son igual de importantes para el funcionamiento celular y tenerlos no es malo sino fundamental. Los primeros son una grasa (la más común en el organismo) que funciona como reserva energética, es decir, su cuerpo la usa cuando necesita energía que no tiene, y el segundo es fundamental para la formación de la membrana plasmática (que protege a las células), para producir hormonas (las mensajeras químicas de su organismo) y vitamina D (que ayuda, entre otras cosas, a mantener los huesos sanos).

“Estas dos grasas las tenemos todos en la sangre, el problema es cuando hay un exceso. Así, cuando las mido en sangre estoy viendo qué tanto está quedando ahí sin llegar a ser utilizado por las células”, reitera la docente.

El chicharrón, la mantequilla y algunos productos lácteos como el queso aportan triglicéridos y colesterol. Cuando los consume demasiado y “si hay mucha cantidad de ellas, pueden empezar a depositarse en las arterias, de manera que las va tapando, pueden llevar a obesidad o derivar en enfermedades a nivel metabólico como la diabetes”.

Los niveles superiores a 150 miligramos por decilitro en los triglicéridos ya son factor de riesgo para enfermedades cardíacas o síndromes metabólicos, y superiores a 200 miligramos por decilitro en colesterol ya se considera fuera de la medida recomendada.

Importante ir al médico

Estar atento a lo que puede decirle su sangre es clave para mantenerse saludable. Sin embargo, más que recurrir a estos exámenes por su cuenta, que pueden presentarse como “de rutina”, es mejor que asegure cada cierto tiempo una visita al médico.

Según explicaciones del doctor Julián Ramírez, docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, “los exámenes de rutina son menos importantes que una visita al médico a partir de la cual, dependiendo de la edad del paciente y el perfil de riesgos, se ordenen exámenes específicos”.

La frecuencia de la revisión dependerá de cada paciente, si tiene o no enfermedades crónicas diagnosticadas (como diabetes o hipertensión), pero en términos generales varía de entre 3 y 6 meses.

Ahora bien, Acevedo recuerda que tanto el colesterol como los triglicéridos y la glucosa se pueden mantener en niveles adecuados a partir de la implementación de un estilo de vida saludable: dieta balanceada que incluya frutas y verduras, ejercicio periódico al menos tres veces a la semana durante 30 minutos y actividades de relajación como la meditación.

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