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Revistas literarias, ventanas de cultura para la ciudad

Odradek, el cuento alcanzó los 21 números mientras P&P+arte lleva seis en varios años de trabajo editorial y literario.

  • La editora y cuentista Claudia Ivonne Giraldo ha dirigido —junto con Elkin Restrepo—las revistas Odradek, el cuento, y P&P+arte, dedicadas a la literatura y a la cultura. FOTO Cortesía.
    La editora y cuentista Claudia Ivonne Giraldo ha dirigido —junto con Elkin Restrepo—las revistas Odradek, el cuento, y P&P+arte, dedicadas a la literatura y a la cultura. FOTO Cortesía.

Hacer una revista literaria es un trabajo cercano al de la artesanía: la paciencia es importante para el proceso. Hay que tenerla para la escogencia de los materiales, el oficio editorial y gráfico, la corrección de los borradores y la puesta en circulación del producto terminado.

La escritora Claudia Ivonne Giraldo lo sabe bien: es, junto al poeta Elkin Restrepo, alma y nervio de dos publicaciones valiosas para la cultura antioqueña: Odradek, el cuento y P&P+arte.

¿Cuál es la importancia de las revistas literarias en la vida cultural de una ciudad?

“Somos una región con una tradición larga en publicación de revistas literarias como lo fueron Syrano, Letras y Encajes, El Montañés, y Panida. Todas desempeñan un papel importantísimo cuando se quiere mirar no solamente la historia de la literatura, sino la historia de la región y las costumbres, los modos, las maneras, las ideologías. En las revistas se puede investigar cómo éramos, cómo amábamos, cómo vivíamos en cada momento. Las revistas fueron muy pujantes a principios del siglo XX, pero fueron decayendo y, tal vez a finales de los años 70 y principio de los 80 surgen revistas importantes como lo fue Brujas. En ese resurgimiento tiene mucho que ver Elkin Restrepo y el equipo editorial de la emblemática Acuarimántima. Luego llegarán Deshora y la revista Poesía, entre otras. Están en las salas patrimoniales de la Piloto, de la UdeA, de Eafit”.

¿Por qué cree que los mismos escritores buscan agruparse en revistas?

“Siempre ha habido una literatura del canon, centralista, que viene de Bogotá. Una revista es como un laboratorio que toma la temperatura de una región. Si tomas los 21 números de Odradek vas a encontrar voces que ahora figuran en el panorama de nuestra literatura, pero que en ese momento eran muy jóvenes. Las revistas ayudan a reconocer a autores con trayectoria importante, pero ajena al canon comercial. Te hablo, por ejemplo, de Óscar Castro, de Medellín, quien no tiene tanta figuración, pero sí una obra importantísima para la región. Lo mismo sucedió con Mario Escobar Velázquez”.

Después del cierre de Odradek, ¿qué los lleva a retomar la idea de hacer una revista literaria y hacer P&P?

“A Elkin lo sacan de la Revista de la Universidad de Antioquia de una manera poco elegante después de 20 años. Logró hacer de ella una de las mejores publicaciones universitarias a nivel internacional. Lo sacan sin ningún reconocimiento, sin ningún agradecimiento. Tim Keppel nos dijo: “Necesitamos que vuelvan a sacar Odradek”. Nos reunimos y pensamos: No, Odradek otra vez no. Quisimos una revista con secciones para el ensayo, para el arte. Bueno, así nació P&P+arte y en ella nos acompañan Male Correa, como directora de arte; Isabel Restrepo es traductora, Alejandra Higuita, diseñadora, y Carolina Londoño, nuestro apoyo en comunicaciones”

¿Cuál es el método de trabajo de ustedes como comité editorial?

“Es un trabajo muy cuidadoso, muy serio, que siempre ha estado bajo el magisterio de Elkin Restrepo. Nos reunimos más o menos cada ocho días y armamos el contenido de la revista. Antes de pandemia, nos reuníamos en Sudamericana, en un cafecito al calor de unos vinos. Ahí resolvíamos algunos asuntos, sobre todo de tipo estético. Nos llevó mucho rato concebir estéticamente a P&P+arte. Una de las consignas es que sean revistas bellas, coleccionables”.

¿Cómo han financiado las ediciones?

“Las hemos autofinanciado y también hemos ganado auxilios otorgados a publicaciones periódicas que en su momento daba el municipio. Pudimos trabajar porque hacíamos rendir mucho ese dinero. Pero, generalmente, ha sido del bolsillo propio. No somos personas adineradas, pero todos trabajamos y podemos aportar algo de dinero para que la revista salga”.

¿Cómo llega a ser parte del comité editorial, tanto de Odradek como después de P&P?

“Pues mira, básicamente por la amistad con Elkin. Él decide convocar a varios amigos para que hagamos la revista Odradek. Algunos se fueron. Los últimos cinco años de Odradek trabajamos con Lucía Donadío y José Zuleta. Con Elkin me une no solamente la pasión como editores sino también una amistad entrañable. Lo admiro como poeta, narrador y editor, lo admiro como persona. Podemos trabajar en completa armonía”.

¿Cuál es la circulación de la revista?

“En librerías amigas de la ciudad. A nivel nacional son amigos quienes nos reciben la revista en Cali, en Bogotá, y nos ayudan a ponerlas en algunas librerías. En este momento no tenemos distribuidor, no tenemos la capacidad de pagarle a un distribuidor. Pero la idea es llevarla a la virtualidad sin perder el trabajo en papel. Como editora no estoy de acuerdo en quedarme solo en la virtualidad, creo que a la gente le gusta el papel, la gente necesita el producto en papel, el objeto. Comprar o prestar libros en papel es una declaración de rebelión contra el sistema: quien compra libros de alguna manera está declarando su insubordinación, está soñando y queriéndose salir de la desazón de este mundo”.

Ángel Castaño Guzmán

Periodista, Magíster en Estudios Literarios. Lector, caminante. Hincha del Deportes Quindío.

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