Ukumarí, en lengua quechua, significa aquel que tiene la fuerza del oso. Esa es la palabra que le da nombre al parque que se quiere sea templo animal y vegetal.
La primera que llegó a sus bosques fue la osa de anteojos. Con ella, algunas especies de aves y mamíferos y un grupo de animales del Zoológico de Matecaña que cerró en abril.
Todos, unos 500 en total, irán migrando al bioparque Ukumarí de la mano del Instituto de Fomento y Promoción del Desarrollo Económico y Social de Pereira, Infipereira.
Allí, en el departamento de Risaralda, en el kilómetro 14 de la vía que de Pereira conduce a Cerritos, se construyeron espacios para un zoológico, aulas para estudio ambiental, un jardín botánico, una clínica veterinaria y un museo antropológico, entre otras atracciones que harán parte del parque.
Javier Monsalve, gerente del bioparque, cuenta que el Eje cafetero es muy diverso en términos biológicos y por ello cuentan con varios parques y reservas.
“Estamos empezando a aprovechar eso de una forma positiva. Tenemos el Parque de los Nevados, también hacia el occidente toda la zona del Chocó biográfico y por eso el departamento se ha orientado mucho hacia el turismo rural y de aventura”, comenta Javier.
El bioparque, por ejemplo, es el resumen de toda esta región andina del Eje cafetero. En él cuentan con embajadores de fauna vulnerable a causa de la amenaza en que se encuentra su hábitat.
El desarrollo de este tipo de parques es una tendencia que busca además de permitirles a los visitantes tener experiencias de cercanía con flora y fauna, crear conciencia del cuidado de ellas.
Ukumarí ya tiene lista la primera de las siete regiones que tendrá: Bosque Andino y abrirá el 30 de septiembre.