Hace años sentar un niño a ver televisión no se lograba en sus primeros 3 o 4 años de vida, pero hoy hasta de 4 meses ya la están viendo.
En algunos países, la tendencia de los niños y adolescentes a ver televisión como medio de entretenimiento cambia. Y no es que estén saliendo a jugar con sus amigos, sino que están usando las nuevas tecnologías: juegos, internet, redes sociales modifican la escena.
Y aunque pueda existir alguna diferencia entre personas con diferente poder adquisitivo, se estima que más de la mitad de los niños de 0 a 8 años tienen acceso a un dispositivo móvil e incluso hasta tres cuartas partes poseen uno.
¿Pero qué ven o qué hacen con ellos? No está claro del todo y los estudios incluso en países desarrollados son parciales. Juegan, ven videos, escuchan música y observan series de televisión son algunas de las respuestas.
Junto al avance de la tecnología y la facilidad en el acceso, surgen inquietudes nuevas. ¿Qué tanto deben usarlas? ¿Con quién? ¿Cómo?
La Academia Americana de Pediatría divulgó en su revista Pediatrics las guías para uso de las nuevas tecnologías en menores, indicando que los padres no solo deben poner atención al tiempo que pasan sus hijos en los medios digitales sino al cómo, cuándo y dónde los usan.
Y, en ciertos momentos, hay que poner orden y fijar normas claras, que varían de acuerdo con la edad del niño.
La Academia recomendó limitar a una hora diaria el uso de esos medios para niños de 2 a 5 años, uso que debe involucrar programas de alta calidad que también puedan ser vistos con los padres.
Con la excepción del video-chat, los nuevos medios deberían evitarse en niños de hasta 18 meses
Mucho cuidado
“Los medios digitales se han convertido en parte inevitable de la infancia para muchos niños, bebés y preescolares, pero la investigación es limitada sobre cómo puede afectarse su desarrollo”, explicó uno de los autores de la guía, Jenny Radesky, experta en desarrollo del comportamiento y pediatra en el Hospital de Niños C. S. Mott de la Universidad de Michigan.
Al tiempo, la Academia entregó las recomendaciones básicas sobre cómo deben dormir los bebés.
“En los niños mayores de 3 años la investigación es más sólida: programas de calidad como Plaza Sésamo puede enseñarles nuevas ideas. Sin embargo a menores de edad el cerebro inmaduro tienen dificultad para transferir lo que ven al conocimiento de la vida real. No sabemos si la interactividad ayuda o dificulta ese proceso”.
Lo que se impone es la prudencia y, de todas maneras, un control por parte de los padres que deben imponer horarios y no ceder ante las presiones de sus hijos ‘para calmarlos’.
“Sabemos que la infancia inicial es un tiempo de rápido desarrollo cerebral, cuando los niños necesitan tiempo para jugar, dormir, aprender a manejar las emociones y construir relaciones. Las investigaciones sugieren que el uso excesivo de los medios pueden interferir en esas actividades tan importantes. Nuestra declaración resalta modos en que las familias y los pediatras pueden ayudar a establecer un balance saludable”.
Los límites
No es un capricho. Mucho tiempo usando los medios digitales de manera equivocada está relacionado con la calidad del sueño del niño, su desarrollo y la salud física.
Así por ejemplo, un uso alto en edad preescolar se relaciona con un pequeño pero significativo incremento en el índice de masa corporal.
La nueva guía recomendó prohibir el uso de aquellos medios una hora antes de ir a la cama, apagando los dispositivos que no estén en uso y manteniendo los cuartos, los momentos de las comidas y los juegos padres-hijos libres de cualquier pantalla.
Si bien en determinadas circunstancias, dice un comunicado de Michigan, el uso de estos medios es un calmante útil, como en los aviones y durante los procedimientos médicos, los papás deben evitar usarlos como la única manera de calmas a sus hijos.
“Usarlos como una estrategia común para calmarlos puede limitar la capacidad del niño de regular sus propias emociones, explicó la investigadora Radesky.
No se trata de negar la realidad: los medios digitales están ya engranados en la cultura y en la vida diaria, por eso mismo es más importante que los padres ayuden a sus hijos a usarlos bien desde las edades más tempranas.
Un estudio de 2012 en Estados Unidos mostró que los adolescentes entre 14 y 17 años envían un promedio de 100 mensajes al día, una cifra que crecerá día a día.
En los más pequeños, para enseñarlos, existen varias maneras de emplearlos de manera productiva: el videochat con los abuelos, observar juntos videos de ciencia, poner música y bailar juntos, mirar nuevas recetas o ideas artísticas, tomar pinturas y hacer videos para mostrarlos, tener una noche familiar de películas son algunos usos que además ayudan a la conexión entre los miembros de la familia.
Juntos
Hay un detalle que es importante en esta etapa: es crucial que los adultos interactúen con los niños cuando estén usando esos medios para ayudarles a aplicar en su entorno, en su mundo, lo que están viendo en la pantalla.
Esto es esencial en los niños más jóvenes, de entre 18 y 36 meses.
Si bien programas como Plaza Sésamo son convenientes para niños entre 3 y 5 años, existen muchas aplicaciones que aunque están clasificadas como educativas en verdad no lo son e incluyen pocos aportes de educadores del desarrollo, por lo que los padres deben evaluarlas bien.
Y si los niños deben tener un control, no se crea que los papás no. También deben limitar el tiempo de acceso a estas tecnologías. Existe evidencia de que el uso prolongado de dispositivos móviles por los padres se asocia con menos interacciones verbales y no verbales entre ellos y sus niños y puede estar relacionado con un mayor conflicto entre ambos.
La guía alienta además a los pediatras a animar a los padres para ser mentores de medios, modelos y guías sobre cómo elegir un buen contenido digital.
Recomendaciones
Para niños de 0 a 5 años, algunas recomendaciones son:
Evitar el uso de medios digitales antes de los 24 meses salvo videochat. Si se usa entre los 18 y 24 meses, elija programas de calidad y nunca lo use solo el niño.
No se sienta presionado de introducir la tecnología muy rápido. Los niños aprenden con facilidad.
Entre 2 y 5 años, limite el uso a solo 1 hora al día de programas de calidad.
Evite aplicaciones con altos contenidos de violencia y programas muy rápidos.
No use los medios para calmar al niño.
Padres pueden usar la opción de no disponible en sus smartphones cuando están con los hijos.
Nada de pantallas una hora antes de dormir.
3
horas de televisión en adolescentes conducen a 10% más riesgo de obesidad