En el corazón de Sesquilé, donde opera su moderna planta, Central Cervecera de Colombia ha convertido la sostenibilidad en su ingrediente estrella. Felipe Mejía, presidente de la compañía, asegura que la estrategia ambiental se mueve sobre tres pilares: economía circular, acción climática y gestión hídrica.
“Desde junio de 2024, ningún residuo va a rellenos sanitarios. Todo se valoriza energéticamente”, destaca Mejía. Con una tasa de aprovechamiento del 99% y una planta certificada en el modelo internacional Basura Cero, la cervecera ha cerrado el ciclo del desperdicio.
En cuanto a energía, la apuesta es por la autogeneración: 7.700 paneles solares ya cubren el 30% del consumo eléctrico, mientras que el biogás se reutiliza en calderas y los sistemas de recuperación de calor impulsan la eficiencia térmica, que ha mejorado un 29% desde el arranque de operaciones.
La reducción del consumo de agua en un 21% por hectolitro producido y la participación en el Fondo Agua Somos, que protege cuencas en Tocancipá y Sesquilé, refuerzan su compromiso hídrico.
Los retos no han sido menores. Adaptarse a normativas sobre plásticos, sustituir el gas natural y transformar la cultura organizacional han exigido inversiones y alianzas. Pero la compañía ya proyecta nuevas metas: reducir un 20% sus emisiones específicas y mejorar la eficiencia energética un 8% anual.
COLUMNA DE OPINIÓN
Felipe Mejía, Presidente de Central Cervecera
La sostenibilidad no es una tendencia pasajera, es una necesidad urgente y un motor de competitividad para la industria en Colombia. Lo anterior es especialmente relevante en la industria cervecera, un sector donde el agua, la energía y los insumos agrícolas son fundamentales; implementar estrategias responsables no solo protegen el planeta, sino que también fortalecen la viabilidad del negocio a largo plazo.
En Central Cervecera, hemos demostrado que es posible crecer de manera sostenible. La certificación de Carbono Neutro y Basura Cero en nuestra planta de Sesquilé es prueba de que la innovación y la conciencia ambiental pueden ir de la mano. Con iniciativas como la reducción del 21% en el consumo de agua y el uso de energía de fuentes renovables en el 100% de nuestra producción, estamos liderando un cambio necesario.
La sostenibilidad no es una opción, es una obligación. La industria cervecera debe asumir su rol en la protección del medioambiente y demostrar que es posible producir de manera responsable sin comprometer la calidad ni el crecimiento.
El consumidor colombiano valora cada vez más las marcas comprometidas con el medioambiente. Por eso, la sostenibilidad es una oportunidad para diferenciarnos.