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A pesar de que durante el fin de semana varias estaciones de monitoreo registraron calidad del aire dañina para la salud, la Junta Metropolitana del Valle de Aburrá, que se reunió en la noche del domingo 19 de marzo, decidió declarar alerta naranja por contaminación.
Estas medidas son preventivas y no restrictivas, según explicó el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, y lo que buscan es evitar que el aire se deteriore lo suficiente como para declarar alerta roja.
Al finalizar la tarde de ayer, tres de las ocho estaciones de monitoreo del Siata estaban en ICA Naranja, lo que significa que la calidad del aire era dañina para grupos sensibles, y la estación de la Universidad Nacional estaba en ICA Rojo, con 56 microgramos de partículas PM 2.5 por metro cúbico de aire que lo hacen dañino para la población en general.
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Este lunes, ninguna estación está en rojo y cuatro están en naranja, lo que significa que la concentración de partículas contaminantes menores a 2.5 micras ha disminuido.
“Estamos lejos de llegar a rojo en este momento”, señaló el mandatario de la capital antioqueña en una rueda de prensa.
Según el alcalde de Medellín, el sistema de monitoreo de la calidad del aire del Valle de Aburrá es bastante estricto en comparación con otras ciudades de Colombia y el mundo.
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Por ejemplo, en Beijin (China), las autoridades declaran alerta roja cuando las estaciones registran por tres días consecutivos concentraciones de PM 2.5 superiores a 200 microgramos por metro cúbico de aire. En Medellín, en cambio, el aire se considera dañino para la salud desde 55 microgramos por metro cúbico.
“La medición de Medellín es transparente y responsable con la ciudadanía. Aquí se muestra lo que es y lo que dan las mediciones”, precisó Gutiérrez.
#ReporteICA | Así está la #CalidadDelAire en el Valle de Aburrá (Datos últimas 24 horas PM2.5) | @Areametropol pic.twitter.com/aiDez3czlj
— SIATA (@siatamedellin) 20 de marzo de 2017
La noticia del diario El Espectador que circula en redes sociales, en la que se informa que Medellín está en alerta roja, es del 16 de marzo de 2016, cuando el Valle de Aburrá se declaró en contingencia ambiental por la calidad del aire dañina para toda la ciudadanía.
El Alcalde de Medellín reiteró que la alerta naranja no implica ninguna restricción a los ciudadanos en materia de movilidad, pero sí una serie de recomendaciones como usar transporte público, evitar al máximo el uso de vehículos particulares o compartirlo con más personas, fomentar el teletrabajo, caminar y usar medios alternativos de transporte como la bicicleta y tratar de no hacer ejercicio al aire libre durante un tiempo prolongado.
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Además, a partir de este lunes, las autoridades ambientales aumentarán los controles a las volquetas y camiones, que representan el 58 por ciento de la contaminación por fuentes móviles en el Valle de Aburrá, y la Alcaldía de Medellín buscará chatarrizar sus carros de carga pesada para cambiarlos por vehículos que no contaminen.
Y para dar ejemplo a la ciudadanía, los funcionarios de la administración municipal con carros de representación y vehículos oficiales tendrán que utilizar el transporte público hasta que la calidad del aire mejore. La orden es incluso para el propio alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.
De acuerdo con la Alcaldía de Medellín, el 80 por ciento de las fuentes contaminantes en el Área Metropolitana son los vehículos que queman combustibles como diesel y gasolina. El otro 20 por ciento son fuentes fijas, es decir, las empresas que emiten algún tipo de contaminante a la atmósfera.
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Entre 2005 y 2015, el parque automotor de vehículos particulares creció en un 200 %, mientras que la cantidad de motos se multiplicó por cinco.
“Todo lo que se mueve, contamina; con excepción de los que van a pie y en bicicleta”, dice el alcalde Gutiérrez.
Sumado a esto, la concentración de contaminantes empeora en los meses de marzo, abril, octubre y noviembre, que son las épocas más lluviosas en la ciudad.
El Alcalde explicó que las nubes impiden el ingreso de radiación a la superficie terrestre, y que eso dificulta la dispersión de contaminantes