El nadador estadounidense Ryan Lochte y tres de sus compañeros inventaron un asalto con pistola en Río de Janeiro para justificar los excesos de una noche de juerga que terminó con destrozos en una gasolinera próxima a la Villa Olímpica.
La investigación de la policía brasileña ha demostrado que el asalto nunca se produjo y los nadadores podrían llegar a ser acusados de comunicación falsa de delito y de destrozos, según explicó este jueves Fernando Veloso, el jefe de la policía civil de Río de Janeiro, en una multitudinaria rueda de prensa, la más numerosa que han vivido los Juegos de Río.
Lochte, James Feigen, Gunnar Bentz y Jack Conger dijeron haber sido víctimas de un asalto con pistola por hombres que vestían uniformes de Policía tras salir...
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