¡Impresionante! La Residencia de Bad Bunny aportó 0,25% al PIB de Puerto Rico
Más allá del espectáculo musical, “No me quiero ir de aquí”, de Bad Bunny, dejó una huella económica en la isla, con un impacto superior a 700 millones de dólares.
Aprendiz de deportes. Apasionado por el periodismo deportivo, amante del café colombiano.
“No me quiero ir de aquí” no fue solo el título de La Residencia de Bad Bunny en Puerto Rico, fue también una demostración de amor a su tierra y de que estos elementos combinados puede alcanzar un fenómeno cultural y económico sin precedentes. Desde el 11 de julio hasta el 20 de septiembre de 2025, los 31 shows que ofreció en el Coliseo de Puerto Rico convirtieron a San Juan en una fiesta que no solo vibró al ritmo del reguetón, sino que también movió el 0,25% del PIB de ese país.
Benito Antonio Martínez Ocasio, el conejo malo o Bad Bunny, quien conquistó al mundo con temas como Yo perreo sola, Tití me preguntó, Tú no vive así, Safaera, entre otras, regresó a casa para demostrar que su éxito global tiene raíces profundas en la isla. Y lo hizo a lo grande: con un espectáculo que combinó lo teatral, lo íntimo y lo masivo. Pero más allá de la pirotecnia y los coros multitudinarios, la residencia se convirtió en un motor económico que dejó huella en la historia reciente de Puerto Rico.
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Según un estudio de Gaither International, el impacto de “No me quiero ir de aquí” superó los 713 millones de dólares, una cifra que posiciona esta residencia como una de las más influyentes en la historia de la música latina. La magnitud fue tal que, durante las semanas de conciertos, la economía puertorriqueña registró un crecimiento en su Producto Interno Bruto (PIB) entre 0,15 % y 0,25 %, algo pocas veces visto en un evento cultural.
Lo que parecía ser “solo música” se convirtió en una cadena de beneficios, que impactaron personas del común como taxistas que duplicaron sus recorridos nocturnos, restaurantes que colgaron el cartel de “completo” durante varias semanas y hoteles que no dieron abasto, porque “La isla del encanto” respiraba música, pero también movimiento económico.
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Turismo en clave de reguetón
La ola de fanáticos que viajó para ver a Bad Bunny se sintió en cada esquina de San Juan. Los hoteles reportaron más de 46.000 habitaciones reservadas, con turistas llegando desde Estados Unidos, América Latina y Europa.
Puerto Rico, tradicionalmente destino de playa y cultura, se convirtió además en destino musical. Muchos visitantes combinaron la experiencia del concierto con recorridos por la isla, impulsando también sectores como el transporte turístico, la gastronomía y el comercio local.
“El conejo malo nos puso en el mapa de otra manera”, decía un empresario hotelero, destacando que la ocupación alcanzó niveles históricos en temporada baja.
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Trabajo y oportunidades para miles
La Residencia no solo beneficio al artista, pues el estudio también calcula que se generaron 3.642 empleos directos, tales como técnicos de sonido, montadores de escenario, amareros, personal de seguridad, logística y productores.
Cada show era una maquinaria que ponía a rodar a cientos de personas tras bambalinas. Y eso sin contar los empleos indirectos, que impactaron a quienes trabajan en la informalidad.
Una de las giras más taquilleras de la historia
Con más de 600.000 espectadores en total, La Residencia de Bad Bunny en Puerto Rico se convirtió en una de las 10 giras más taquilleras de todos los tiempos. Un logro que habla por sí solo de su popularidad, pero también del reconocimiento de su público y la forma en que la música latina gana cada vez más terreno en la industria global.
Lo que inició en las calles de Vega Baja, un municipio de Puerto Rico en la parte central de la costa norte, que dentro de sus más de 94.000 habitantes creció Benito y soñó con ser estrella, se transformó en un fenómeno mundial. Pero en “No me quiero ir de aquí”, el artista quiso volver al origen, regalándole a Puerto Rico un capítulo que mezcló amor de patria, orgullo y empatía, pues el último día de concierto coincidió, precisamente, con el octavo aniversario del huracán María, el cual acabó con la vida de 4.645 personas.
“Por treinta noches estuvieron visitándonos y mucha gente en el mundo entero ya vieron lo que era PR. Pero esta noche van a verlo de verdad. Así que, gracias por estar aquí. Vamos a pasarla bien”, dijo el artista, visiblemente emocionado en el epílogo de su último show.
Así pues, Bad Bunny alista los detalles de su nueva gira mundial, titulada “Debí Tirar Más Fotos”, que tendrá como punto de partida República Dominicana con dos presentaciones programadas para el 21 y 22 de noviembre. El recorrido lo llevará por escenarios de Latinoamérica, Europa y Asia, dejando fuera a Estados Unidos, decisión que el propio artista atribuyó a la situación de los migrantes en ese país. El cierre está previsto para el 22 de julio de 2026 en Bruselas, Bélgica, y desde ya se anticipa que esta gira podría convertirse en otro fenómeno con fuerte impacto económico en las ciudades que visite.
Récord en plataformas
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