Cada día, los buses de metroplús en la carrera 45 tienen que sortear una vía invadida por carros o motocicletas. A eso se suma que en este sector de Manrique, comuna 3 de Medellín, cuando los conductores solicitan a estos vehículos que respeten el carril exclusivo del bus, lo que reciben son señalamientos o intimidaciones.
La semana pasada fueron amenazados dos conductores, según relata Wilson Durango, secretario general del gremio de conductores Sintraserta.
Y es que las agresiones, que el sindicato viene denunciando desde el inicio de la operación de metroplús en Manrique, van desde daños a los buses hasta agresiones mayores y, dice Durango, en ocasiones algunos conductores han sido intimidados con armas de fuego.
¿Y cuáles son las causas de las amenazas? “Son más que todo motocicletas y vehículos, quienes invaden la vía y les molesta el paso de los buses. Hay mal parqueo, todo eso está haciendo inoperable el sistema”, comenta.
Control insuficiente
Para resolver el problema, Sintraserta se reunió con la Policía Nacional y la Fundación Pascual Bravo, la entidad encargada de la contratación de los conductores.
El objetivo del encuentro era buscar alternativas para prevenir las amenazas, entre las que se encontraba que la Policía realizara acompañamientos a las aperturas y cierres del servicio. Pero los controles no han sido suficientes.
“La 45 debería ser una vía como cualquier otra. En vez de restringirla, permitir el paso pero con respeto”, aclara Wilson Durango.
Ruby Monsalve, directora de la Fundación Pascual Bravo, ratifica que este es un problema constante en las inmediaciones de la estación Palos Verdes del metroplús, pero que la situación que no es responsabilidad total de la fundación, que se esmera por cumplir con todos los protocolos de seguridad en el trabajo.
“Somos responsables de los operarios, pero no de la vía”, explica.
En los casos en los que se han presentado actos de violencia, Monsalve añade que la Fundación Pascual Bravo ha llevado la denuncia hasta las autoridades, a la vez que realizan campañas de prevención. De ser necesario, también modifican las rutas de circulación de los conductores afectados.
“Pero es muy poco lo que podemos hacer. Hasta ahí va el alcance”.
Por su parte, la Secretaría de Movilidad de Medellín informó que, en 2018, se realizaron 78 operativos en la carrera 45, en los cuales se impusieron 2.753 comparendos y se inmovilizaron 1.594 vehículos (1.553 eran motocicletas).
El comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, general Eliécer Camacho, puntualiza en que el principal llamado para los conductores que sean víctimas de amenazas es que denuncien de manera formal, con el fin de iniciar los procesos judiciales.
Camacho indica que, también, en las estaciones del metro, uniformados de la Policía están dispuestos a ofrecer acompañamiento en caso de presentarse agresiones .
1.594
vehículos se inmovilizaron en este sector en 2018, según reportes de Movilidad.