Sin maquinaria en barrios, pero con apoyo de políticos
La “Casa Rodolfista” sufrió una metamorfosis en solo unos días. De ser la sede de campaña de Camilo Londoño, del Partido Verde, pasó a “morada” del candidato santandereano en Medellín. Bajaron los afiches con la cara de Londoño y subieron los de Rodolfo, que hoy adornan todos los espacios.
En esa casa, a apenas unas cuadras de la sede principal de Petro, se dirige la campaña de Rodolfo Hernández. Tras bambalinas están Mauricio Tobón, gerente del Idea en la gobernación de Luis Pérez; Tatiana Gutiérrez, gerente de Paz de la administración Pérez; y Johny Jaramillo, un minero cercano al alcalde Daniel Quintero.
El propio Camilo Londoño ha sido cercano a Quintero. En 2020 y 2021 fue contratista del Inder de Medellín, donde se le ha señalado de crear un fortín político para cimentar su aspiración a la Cámara. Pues bien, esas figuras cercanas a Luis Pérez y Daniel Quintero son la cara visible de la campaña de Hernández. La fórmula al Congreso de Londoño fue León Fredy Muñoz, promotor de Petro.
En la sede de Rodolfo, Erick Cogollo, quien fuera subdirector de Fomento Deportivo del Inder, dijo que Londoño y su equipo, de manera autónoma, decidieron irse con Hernández desde las elecciones legislativas de marzo: “Tenemos autonomía y creemos en este proyecto de país. Hoy estamos trabajando porque estamos convencidos de que Antioquia le va a dar la Presidencia a Rodolfo”.
Pero la cuestión de fondo, el pulso por los votos, está en los barrios. Mientras el Pacto Histórico ha optado por aceitar una maquinaria que incluye a ediles y consejeros territoriales, el rodolfismo ha replicado la estrategia nacional de apoyarse en redes sociales y mensajes dirigidos.
La campaña del santandereano no ha hecho un solo evento masivo en Medellín. Cuando abrieron la “Casa Rodolfista”, en abril, el candidato hizo presencia y saludó; el viernes estuvo allí su fórmula vicepresidencial, Marelen Castillo. Sin embargo, la presencia en los barrios es escasa, por no decir nula. Un líder de la comuna 13 comentó que “solo existe una campaña en la comuna: la de Petro”.
Pero los números no han sido favorables al Pacto Histórico. En la comuna 13 solo el 26% de los votos fueron para Petro, a pesar de que él y Francia Márquez estuvieron en el barrio Las Independencias. Víctor Quintero, veedor de la comuna 6, comentó que allá no ha llegado Rodolfo. “No se ha visto por ningún lado”.
Pero los cálculos del equipo de Hernández apuntan a que los líderes barriales, que tienen buena injerencia sobre la población, se irán con su candidato. Ese es el caso de Fernando Moreira, edil de la comuna 15, que en primera vuelta votó por Fico y hoy hace campaña por Rodolfo: “Todos los líderes que votamos por Fico nos vamos a ir por Rodolfo. La gente nos pregunta y nos aconseja sobre quién votar”. El cálculo rodolfista, según Cogollo, es llegar a dos millones de votos en Antioquia: “Desde la primera vuelta han llegado muchos líderes barriales buscando apoyar la campaña. Votaron por Fico y ahora dicen que votarán por el ingeniero”.
Petro: la pretensión de conquistar las comunas
La campaña de Petro no tiene claro cuántas “Casas Petro” tiene en Medellín. En realidad, esos espacios no necesitan más que un letrero, que puede ser improvisado, y un lugar para debatir y persuadir. Alguien de la campaña dijo que esos lugares se montan hasta en “ranchos en los barrios”. Aunque es una hipérbole, refleja la intención es la misma: conquistar las comunas de Medellín.
Y Petro y sus aliados lo han intentado de todas las maneras. El pasado jueves, la senadora electa María José Pizarro, del Pacto Histórico, recorrió las calles de San Javier volanteando. Antes se reunió en Casa Kolacho con los líderes culturales y sociales. El viernes, Carlos Mario Mejía, exsecretario de Movilidad, presidió un evento con tarima incluida en Castilla.
La acción en los barrios está liderada por los exsecretarios de Quintero que dejaron La Alpujarra para sumarse a las toldas del Pacto Histórico. A la cabeza está Juan Pablo Ramírez, quien aprovechó la Alcaldía para relacionarse con ediles de las 16 comunas. “Él ha venido a la comuna 6 y, sin más, se ha paseado haciendo campaña. Está cultivando las relaciones que hizo cuando estuvo en las secretarías de Participación e Inclusión Social”, dijo Víctor Quintero, veedor de la comuna 6.
Sin embargo, la campaña de Petro la tiene cuesta arriba. En primera vuelta, el candidato sacó el 27,6% de los votos en el Doce de Octubre; el 31,4% en Robledo; en Castilla, el 29,7%. La votación estuvo muy por debajo de la de Federico Gutiérrez, que sacó el 49,6% en el Doce de Octubre, 46,6% en Robledo y 49,1% en Castilla.
En los barrios, dicho por la gente que los habita, solo existe la campaña de Petro. ¿Por qué, entonces, eso no se ha visto en las urnas? Lo que ha pasado es que ediles y líderes, que se benefician con el presupuesto participativo, se van con Petro, pero la gente tiene un pensamiento más conservador, que representó Fico y que hoy capta mejor Rodolfo.
“La campaña de Petro está en auge auspiciada por los Independientes, el movimiento de Daniel Quintero. Los ediles que se sirven de la contratación con la Alcaldía movilizan la militancia hacia el Pacto Histórico”, dijo el veedor Quintero.
Sin embargo, a la hora de votar, las cosas son diferentes: “Ellos juegan a tres bandas. Apoyan a Petro para asegurar la contratación, pero son un enigma a la hora de votar. Muchos tienen relaciones de vieja data con concejales y congresistas conservadores y no piensan perderlas”, amplió el líder de la comuna 6.
Alejandro Toro, representante electo a la Cámara por el Pacto Histórico, gracias al apoyo que recibió de Quintero para encabezar la lista, reconoció la estrategia: “Hay gente trabajando en cada sector. Por ejemplo Ana María Valle, exsecretaria de Mujeres, está con las mujeres; (el senador liberal) Julián Bedoya trabaja en los municipios en los que es fuerte”.
El petrismo busca revertir la situación de primera vuelta, en donde se vio un reducido apoyo en las comunas. Habrá que esperar si aceitar la maquinaria barrial con los exsecretarios funciona esta vez.