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Alcaldía ‘dejó en la calle’ a cuidanderos de los parqueaderos del estadio

Sellaron los parqueaderos 1 y 2 del Atanasio y la empresa que los arrendó nos los ha podido operar.

  • Los asociados de Amtag han instalado pancartas para protestar por lo que consideran una vulneración al trabajo. FOTO carlos velásquez
    Los asociados de Amtag han instalado pancartas para protestar por lo que consideran una vulneración al trabajo. FOTO carlos velásquez
  • Alcaldía ‘dejó en la calle’ a cuidanderos de los parqueaderos del estadio

La mañana del pasado lunes fue amarga y muy concurrida. Los cuidadores de los parqueaderos del estadio llegaron a su sitio de trabajo —que ocupan hace más de 40 años— y se encontraron con que estaba lleno de agentes de policía y funcionarios. Pero lo más impactante es que los parqueaderos estaban sellados. En la madrugada, les dijeron, habían instalado la malla negra que tenían frente a sus ojos.

Esa es la última escena de una pelea que ya ajustó un año. Los contrincantes son la Alcaldía de Medellín, que es la propietaria de los parqueaderos; Amtag, la Asociación Multiactiva de Trabajadores Atanasio Girardot, que agrupa a 20 familias; e Inversiones Iceberg, la administradora de los parqueaderos.

Hace un año hay un contrato entre Iceberg y la Alcaldía para la operación de los parqueaderos. Aunque ese contrato se firmó el 17 de enero de 2022, la empresa no ha podido comenzar esa labor. Por eso, los asociados de Amtag pidieron la nulidad del contrato. Lady Vargas, abogada que representa a la asociación, contó que hace apenas unos días radicaron una solicitud de nulidad. El argumento es que el objeto del contrato, que es la operación de los parqueaderos, no se ha cumplido.

En medio de este conflicto fue que la Alcaldía, finalmente, decidió cerrar los parqueaderos temporalmente. Cada actor tiene su interés legítimo y esa puja, finalmente, está perjudicando a los usuarios de la unidad deportiva. Los que van a entrenar tenis, por ejemplo, ahora tienen que dejar sus carros en la 74 o en las calles aledañas, exponiéndose a un robo o un daño.

La imposición de las rejas no es más que la consecuencia de la incapacidad de resolver los problemas. Este asunto comenzó en 2021, cuando la Alcaldía abrió un proceso contractual que le permitiera usufructuarse de los parqueaderos de tenis y ajedrez. Este espacio, de 5.200 metros cuadrados, ha sido operado históricamente por trabajadores informales. En el año 2000, con más de 20 años de presencia, esos trabajadores se unieron y crearon Amtag.

A pesar de que nunca han pagado canon de arrendamiento, los asociados dicen que tienen el derecho a trabajar allí. Pues bien, en 2022 entró en escena Iceberg Inversiones. La empresa hasta el año anterior administraba un café y, solo 11 días antes de firmar el contrato con la Alcaldía, cambió su objeto social, permitiendo que de servir helados pudiera pasar a arrendar, alquilar o enajenar bienes raíces.

La maniobra generó sospechas, pero el verdadero problema, y que se vive en este momento, llegó después. A pesar de que se firmó el contrato con un canon de arrendamiento por $25.180.000, hoy todos tienen las manos vacías. La empresa no ha podido trabajar, la Alcaldía no se está usufructuando del bien —que era su fin— y los afiliados a Amtag están pasando necesidades.

Fue en este contexto que la Alcaldía cercó el parqueadero. Los asociados de Amtag colgaron pancartas en las que manifiestan su inconformidad. “Por el derecho al trabajo”, reza una de ellas. Juan de Jesús García, que lleva cuidando 41 años los parqueaderos, dijo que estos días los ha pasado mal. “Tengo 68 años y he vivido de esto toda la vida. En estos días me han tenido que ayudar otros compañeros o familiares, porque no he ganado un peso”, precisó el hombre.

Este no es el primer inconveniente de Amtag, pero sí el más grave. En 2019, en la administración de Federico Gutiérrez, les dijeron que los parqueaderos 1 y 2 iban a convertirse en Zonas de Estacionamiento Regulado, a lo que se rehusaron. Alegaron que llevaban más de 40 años operando en el lugar y que, como tal, tenían derecho de seguir haciéndolo. Entonces, instalaron una mesa de diálogo con la administración para encontrar una solución.

Lo que alegan es que ahora no ha habido diálogo. Se han aferrado a acciones de tutelas para evitar que Iceberg comience a operar. Cuando la empresa llegue, dicen, se plantarán en la entrada de los parqueaderos para no dejarlos entrar. “Será pacífico”, dice uno de los representantes de la asociación.

Desde EL COLOMBIANO enviamos un cuestionario a la Alcaldía en la mañana del lunes. La idea era conocer la posición de la administración en este lío. Sin embargo, no hubo respuesta. Estamos abiertos a escuchar su versión .

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