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El título minero de exploración que tiene AngloGold Ashanti en la mina de Quebradona de Jericó es uno de los 1.286 vigentes en Antioquia, lo que corresponde a 904.105 hectáreas del departamento.
Un título minero es el instrumento a través del cual el Estado concede el permiso para explorar o explotar minas, en un área determinada, a riesgo del titular.
De acuerdo con Catastro Minero Nacional, los departamentos que concentran la mayor actividad extractiva son Boyacá (18 %), Antioquia (14 %), Bolívar (10 %) y Cundinamarca (10 %).
Sin embargo, Antioquia lidera los puntos de extracción de minerales metálicos del país con el 34 %, seguido por Bolívar con el 28 %, Chocó con el 12 % y Santander con el 6 %.
El Dane, por su parte, reportó que en 2018 el sexto sector que más aportó al Producto Interno Bruto de Antioquia ($125,4 billones) fue la explotación de minas y canteras, al sumar $2,2 billones, un 1,9 % más que en 2017 cuando la cifra reportada fue de $2,1 billones.
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Retrospectiva
Los depósitos minerales en Antioquia han sido explotados desde épocas precolombinas como fuente permanente de recursos minerales, siendo esta una actividad que se asentó en la cultura y la economía regional, según el Diagnóstico Minero y Económico de Antioquia, realizado por Viviana Villa Posada y Giovanni Franco Sepúlveda, de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional.
Los primeros centros de explotación intensiva de oro que se desarrollaron en Colombia, después de los ubicados en Popayán y Mariquita, fueron los de Cáceres, Remedios y Segovia, (Nordeste de Antioquia) en el siglo XVI.
“La de Antioquia, que toda está lastrada de oro, es la más pobre y miserable de todas, a proporción de la riqueza que en sí contiene y del mayor valor y estimación que puede ofrecer al Erario”, decía el religioso Joaquín de Finestrad, refiriéndose a las Provincias, en un manuscrito de 1849.
A finales del siglo XVIII la actividad minera había presentado una decadencia debido a que se habían agotado las canteras más accesibles.
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Pese a ello, la extracción tomó un nuevo impulso entre 1830 y 1850 con la llegada de ingenieros alemanes, ingleses y estadounidenses que trajeron su tecnología y nuevas técnicas. Las primeras obras subterráneas datan de 1852 en la mina El Silencio (Segovia), realizadas por empresas extractivas inglesas.
De acuerdo con el texto “Una mina a lomo de mula: Titiribí y la empresa minera El Zancudo 1750- 1930”, la minería antioqueña fue la base de otras actividades, a pesar de su atraso tecnológico.
“El desarrollo bancario del primer período republicano en Antioquia, por ejemplo, fue resultado directo de la minería y del activo comercio centrado en el oro, como elemento preponderante de las exportaciones del Estado, prácticamente hasta que en 1890 se empezara a dar la gran expansión del café”, reseñó.
Radiografía regional
El número de hectáreas concedida en títulos en Antioquia corresponde al 14,36 % del territorio (6.296.734 hectáreas), según la Secretaría de Minas de Antioquia. El oro (41,6 %), las arenas y las gravas (24,1 %), la plata (12,3 %) y el cobre (11,6 %) son los minerales otorgados con mayor número de títulos en Antioquia.
Por subregiones, el Nordeste, el Bajo Cauca y el Occidente concentran el 46,7 % de los títulos mineros del departamento. El Suroeste, donde actualmente se debate la llegada de la minería a gran escala con la posibilidad de explotación en Quebradona, tiene 141 títulos activos (11,4 %).
Pero la actividad minera legal no es la regla general ni en Antioquia ni en el país. La Contraloría General alertó en 2017 porque el 80 % de la explotación minera en el país es ilegal. Aunque en Antioquia no hay censo que determine el número de mineros que no se ajustan a los requisitos previstos en la ley, Dora Elena Balvín Agudelo, secretaria de Minas de Antioquia, estimó que este indicador alcanzaría el 82 % en el territorio. Además, el 70 % de los contratos de formalización del país tienen como eje al departamento.
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La subregión más problemática es el Bajo Cauca donde, según Balvin, coincide la pequeña y la gran minería ilegal con maquinaria pesada.
Pese a que la Gobernación es autoridad delegada para los títulos del departamento, la formalización tiene pocos instrumentos y quedan a criterio de la Agencia Nacional Minera o de la empresa titulada.
¿Y el medioambiente?
Según la investigación científica y sociológica respecto a los impactos de la actividad minera en los ecosistemas del territorio colombiano, de mayo de 2019 y ordenada por la Sentencia T-445 de 2016 de la Corte Constitucional, esta actividad, dependiendo del mineral y del tipo de extracción, puede ocasionar afectaciones al recurso hídrico de muchas maneras.
“Desde la contaminación de fuentes hídricas superficiales y subterráneas, pasando por la alteración de los flujos de agua superficiales y subterráneos, hasta la utilización de volúmenes de agua significativos, que pueden representar de manera directa o indirecta afectaciones en la disponibilidad hídrica para el consumo de personas y comunidades aledañas a los proyectos, o la utilización en otras actividades económicas agrícolas y ganaderas”, señaló.
Por eso, además de enfrentar la minería ilegal y sus efectos devastadores para los ecosistemas, Manuel Rodríguez Becerra, ingeniero industrial, profesor emérito de la Universidad de Los Andes y el primer ministro de Medio Ambiente que tuvo Colombia, señala en el libro “Nuestro planeta, nuestro futuro”, que:
“Los proyectos de la gran minería son justificables, si un análisis costo/beneficio indica un resultado positivo para el país. Esto significa que la suma de los beneficios económicos, sociales y ambientales debe superar la suma de los costos económicos, sociales y ambientales”.
mil hectáreas están concedidas en títulos
mineros en el departamento.
Redactor del Área Metro. Interesado en problemáticas sociales y transformaciones urbanas. Estudié derecho pero mi pasión es contar historias.