Ineficaz, insegura y con fallas éticas. Así calificaron ayer en el Concejo de Medellín a la aplicación ‘Medellín me cuida’, creada por la alcaldía para hacer frente a la actual pandemia.
Daniel Duque, concejal citante del debate de control político, fue categórico: “La aplicación solo sirvió para salir en titulares de prensa”. En la discusión, que duró más de cuatro horas, también tuvo un espacio la administración para defender el proyecto.
La plataforma fue presentada el pasado 5 de abril por el alcalde Daniel Quintero, quien la calificó como una herramienta esencial para monitorear la evolución de la Covid 19 en la ciudad.
“Tener información de cada familia, saber dónde está ubicada, cuántas personas viven, sus edades y su estado de salud es fundamental para ganar esta batalla (contra el coronavirus)”, declaró el mandatario en su momento. Sin embargo, ese mismo mes comenzaron las polémicas porque, según algunos ciudadanos y concejales, los datos entregados a la aplicación no reposaban de manera segura y el derecho a la intimidad podía ser violado.
Ayer se dio otro round entre administración y concejales. Duque, del partido Verde, hizo una presentación en la que criticó varios aspectos de ‘Medellín me cuida’. Uno de ellos fue que los cercos epidemiológicos para contener el virus, no fueron eficaces: “Los datos obtenidos por la aplicación no fueron articulados con la Estrategia Pruebas, Rastreo y Aislamiento Selectivo Sostenible (PRASS) del Gobierno nacional. ¿Cómo se justifica que se coopten los datos si no van a servir para hacer cercos eficientes y cotejarlos con los del gobierno?”, preguntó el cabildante.
Además advirtió que en ayuda social, otro de los objetivos de la aplicación, tampoco se cumplió lo previsto. “De las 918.817 familias que se inscribieron en la plataforma, 492.812 respondieron que necesitaban ayudas en subsidios o en especie, pero solo se les ayudó a 215.670, que no es ni la mitad”, criticó Duque.
Alfredo Ramos, del Centro Democrático, abordó el problema por otra arista. En su exposición argumentó que la plataforma violó dos derechos fundamentales: el de la intimidad y el del trabajo: “Obligaron a los empleados a someterse a la aplicación. Si uno quería salir a trabajar o montar en metro, tenía que inscribirse. Eso es violación del derecho al trabajo”, insistió. El de la intimidad, dijo, se debe a que los datos entregados por los usuarios no fueron protegidos y pudieron ser utilizados por otras dependencias de la alcaldía.