La prohibición anunciada esta semana por el colegio Jorge Robledo (occidente de Medellín) para vender bebidas azucaradas en sus cafeterías, favorecerá la salud de niños y adolescentes, pero es una medida aislada hasta que no se expida una ley que regule el expendio de alimentos en instituciones escolares, según expertos consultados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que el elevado consumo de bebidas azucaradas sugiere una dieta de baja calidad, dado que estas contienen sacarosa o fructosa (conocidas como azúcares libres), a menudo, en grandes cantidades. El aumento del consumo de estos líquidos está asociado con el sobrepeso y la obesidad en niños, acotó la OMS.
Natalia Zuluaga Arroyave, docente de la Facultad de Ciencias de la Nutrición y los Alimentos del CES, explicó que limitar las gaseosas en los niños disminuye el consumo de carbohidratos concentrados. “Con solo dos gaseosas al día se cubre esa media de carbohidratos, eso sin contar el consumo de jugos y dulces. No son necesarias en la dieta de los niños porque se pueden conseguir de fuentes más saludables”, amplió.
Zuluaga añadió que la ingesta excesiva de estas bebidas aumenta la probabilidad de sufrir obesidad, sobrepeso y diabetes. “Las gaseosas también tienen sodio, y este, en altas cantidades, puede ocasionar hipertensión”, acotó.
La OMS también advirtió porque los niños obesos o con sobrepeso tienen mayor riesgo de padecer problemas respiratorios, trastornos del sueño y efectos psicológicos, como baja autoestima, depresión y aislamiento social.
Tibios intentos normativos
La Ley de Obesidad (1355) de 2009 menciona someramente el consumo de alimentos y bebidas en centros educativos. En uno de sus artículos afirmó que las instituciones educativas deben ofrecer diversidad de alimentos que cubran las necesidades nutricionales de los alumnos y garantizar una alimentación balanceada.
Carolina Piñeros, directora de Red PaPaz, organización de padres de familia, dijo que impulsarán ante el próximo Congreso una ley que regule la distribución de productos en colegios. Mencionó iniciativas como tiendas escolares saludables en Valle y en Meta, pero de corto alcance.
Ximena Norato, directora de la Agencia Pandi, entidad que promociona los derechos de los niños, criticó que las golosinas y los productos de paquete se comercializan sin restricciones en los colegios, con etiquetas poco entendibles.
“La salud de los niños está por encima de cualquier pretensión comercial. Está comprobado que estas bebidas hacen daño, y por lo tanto, celebramos que se promueva el consumo de alimentos saludables en los colegios”, anotó Norato.
Lío de talla mayor
Según el Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional de Medellín 2016-2028, de la población menor de 5 años, 15,7 % presenta sobrepeso y 5,6 % obesidad. El porcentaje de sujetos con sobrepeso es mayor en el grupo de 2 a 4 años y en el sexo femenino, 16,5 %. Entre los 5 y los 17 años el sobrepeso es de 15,6 %, con una proporción superior en mujeres (18,9 %).
Ángela Londoño Trujillo, directora Técnica y de Planeación de la Secretaría de Salud de Medellín, contó que recibió con agrado la medida del Jorge Robledo y dijo que actualmente la dependencia realiza una caracterización, con la fundación estadounidense Bloomberg, para saber que productos se consumen en los colegios públicos de la ciudad.
“La invitación es a que otras instituciones tomen esta medida. Como no hay regulación local ni nacional, los planes deben ser voluntarios”, concluyó Londoño.
11,5
por ciento de los niños de 0 a 4 años tiene sobrepeso en el departamento. La obesidad en esa edad es de 7 por ciento.
22,9
por ciento de niños y adolescentes entre 5 y 17 años en Antioquia tiene sobrepeso, según un estudio del año 2015.