Las preocupaciones ciudadanas por la inseguridad y el cuestionable manejo de problemáticas como la indigencia y la atención a poblaciones vulnerables en el Centro de la ciudad volvieron a escucharse ayer en el Concejo de Medellín. El espacio, sin embargo, no dejó compromisos concretos.
La plenaria, citada por los concejales Simón Pérez, Jaime Cuartas y Luis Bernardo Vélez, comenzó pasadas las 9:00 de la mañana. Sin embargo, estuvo a punto de reagendarse porque la administración no compartió todas las respuestas cinco días antes, como lo exige la normatividad. Ello condujo a que el presidente de la Mesa Directiva, Lucas Cañas, les recordara a los funcionarios la obligación que tienen frente a los debates de control político.
“No hay manera de excusar a la administración. Quiero pedirle una mayor y rápida respuesta frente a los requerimientos del Concejo. Son temas medulares para la ciudad”, expresó Cañas.
Pese al impasse, los corporados decidieron adelantar la plenaria. Además de líderes de la comuna afectada, hicieron presencia la gerente del Centro, Mónica Pabón, y las cabezas de las secretarías de Infraestructura, Medio Ambiente, Movilidad, Seguridad, Inclusión Social, Cultura, Desarrollo Económico, Educación, el Isvimed y EPM.
Aunque rindió cuentas sobre la dependencia que lidera, Pabón dejó claro desde el inicio de su intervención: “No es posible pretender que el Centro que se deterioró en 40 años se vaya a recuperar de la noche a la mañana”.
La funcionaria, quien lideró la rendición de cuentas por parte de las dependencias, sostuvo que se ha avanzado en la construcción de mesas territoriales, el padrinazgo de 42 espacios públicos, brigadas de atención institucional e intervenciones de infraestructura para la recuperación del espacio público, como el “Abrazo a la Plaza Botero” y los parques de bolsillo.
Las dos iniciativas, sin embargo, registran avances cuestionables: las rejas que abrazaron en principio la plaza se las robaron y el caos que no entró a esta mientras duró el cercamiento ha vuelto a aparecer; los parques, por su parte, no se han materializado: la gerente dijo en su momento que tres (de ocho proyectados) estarían listos previo a concluir 2021. A la fecha, no se ha entregado ninguno.
Cabe recordar que este año la gerencia dispone de una inversión de $3.000 millones, muy por debajo de otras entidades del conglomerado. Esta falta de dientes, según algunos de los asistentes al debate, ha hecho que la dependencia vea limitado su impacto.
Desde la Secretaría de Seguridad, José Gerardo Acevedo reconoció que la comuna es la que más muertos sigue poniendo en la ciudad. Pese a que se han instalado 500 cámaras de seguridad y se sumarán 60, la zona representa el 24% de los homicidios. Eso, según dijo, lo explica el millón y medio de población flotante que por allí transita a diario.
Por su parte, Santiago Preciado, a cargo del despacho de Inclusión Social, afirmó que su dependencia viene acompañando a los inquilinatos del sector, los habitantes de calle y las poblaciones afrodescendientes y discapacitadas. El esfuerzo, sin embargo, no ha sido el requerido. Así lo expresó Vélez, uno de los concejales citantes.
“El Centro de Medellín debe declararse en una crisis humanitaria y en emergencia social y de derechos humanos”, dijo. Basta con ver la radiografía que hoy arrojan los inquilinatos, según concluyó: de 786 que existen, con base en cifras del Isvimed, “solo se han atendido nueve familias por parte de Inclusión Social”.