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Cultura de Antioquia destapa tres cartas con férrea defensa de Sura

Sin mencionarlos de manera explícita, los documentos cuestionan a Quintero y a los Gilinski.

  • El Museo de Antioquia es una de las muchas iniciativas culturales y educativas que han recibido el apoyo de Sura en los últimos años. FOTO jaime pérez
    El Museo de Antioquia es una de las muchas iniciativas culturales y educativas que han recibido el apoyo de Sura en los últimos años. FOTO jaime pérez
21 de noviembre de 2022
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Tres cartas abiertas en respaldo al Grupo Sura —publicadas con pocos días de diferencia: la primera el 16, la segunda el 18 y la tercera el 20 de noviembre— han llevado una discusión en apariencia empresarial a los terrenos del debate cultural e intelectual.

El primer documento se titula Palabras del sector cultural a la opinión pública y cuenta con el respaldo explícito de 124 líderes, grupos e instituciones culturales. Allí se lee: “Hemos asistido como testigos a un pulso en que el irrespeto y el desprecio por lo construido y la historia misma se ha expuesto a ojos de todos. Nos preocupa este comportamiento en que la mentira se ha convertido parte del argumento”.

El segundo es de autoría de la excomisionada de la Verdad, Lucía González Duque, cuyo nombre suena como posible candidata a la Alcaldía de Medellín. Uno de los pasajes más significativos del texto de González dice: “Asumo la responsabilidad de decir que la destrucción, la destitución material y simbólica del GEA nos afecta porque en esta toma hostil, nos despoja de un ejemplo de ‘buena empresa’, de entidad y personas que han sido nuestras interlocutoras”.

El tercero expone las gestiones de Sura a favor de los procesos educativos en Antioquia y en el país. En uno de sus apartados califica de irrespeto lo sufrido por la compañía en las últimas semanas: “No concebimos el irrespeto a una organización que lo que ha promovido durante años es el respeto de las personas, la equidad, la justicia y la ecuanimidad”, se lee en un pasaje. Este documento está firmado por becarios, organizaciones sociales y la Universidad CES.

Ninguno de los textos menciona las OPA con las que el Grupo Gilinski ha puesto en jaque a Sura, pero son la causa directa de los tres. EL COLOMBIANO conversó con varios de los firmantes del primer texto, que coincidieron en señalar la molestia del sector cultural de Medellín por lo que califican de “una estrategia orquestada desde afuera para romper los tejidos empresariales y sociales de Medellín”. El apoyo público firmado, entre otros, por Jesús Abad Colorado, Ana María Cano, David Escobar, Juan Mosquera, María del Rosario Escobar, Álvaro Restrepo, Jorge Melguizo, entre otros, llama la atención de las autoridades y los ciudadanos sobre lo que juzgan como “formas hostiles” en que está siendo atacada la compañía.

Los cuestionamientos

En medio de la discusión que se ha dado en redes tras las cartas, el nombre del alcalde Daniel Quintero ha salido en varias ocasiones. En las vísperas de cada Oferta Pública de Adquisición Quintero ha lanzado ataques sistemáticos por redes sociales contra las empresas del GEA. Uno de los consultados cuestionó las actuaciones del alcalde al decir que “los ataques de Quintero contra ese tejido empresarial de Medellín (que el personaliza en el GEA) precedieron a las OPA. Y hoy parecen haber sido parte de la preparación del terreno para abrirles paso a esos capitales foráneos”. Esos capitales foráneos serían los de Jaime Gilinski y el jeque Tahnoon Bin Zayed.

Sin embargo, el actual inquilino de la Alpujarra no es el único mencionado. Se formulan preguntas sobre los supuestos vínculos electorales del grupo Gilinski con el excandidato presidencial Federico Gutiérrez. “Hay que preguntarse, también, por las relaciones de los Gilinski con Federico Gutiérrez y habría que investigar la financiación para su reciente campaña a la presidencia”, dijo uno de los firmantes que fue consultado por EL COLOMBIANO.

Abrazar a Sura

Más allá de estas discusiones, ambas cartas públicas dejan ver la importancia que ha tenido el empresariado antioqueño en la vida social y cultural del departamento. Sura, por ejemplo, ha apoyado –según una de las fuentes– proyectos del calado y la dimensión del Museo de Antioquia o el Teatro Metropolitano hasta iniciativas de corte más local y comunitario como la Corporación Cultural Nuestra Gente (Santa Cruz), la Fundación Ratón de Biblioteca (zonas noroccidental y nororiental), Canchimalos, en el límite de las comunas 12 y 13. Incluso ha cubierto regiones por fuera de Antioquia: ese es el caso de Motete, en Quibdó y Bahía Solano.

En los últimos días el Grupo Sura vivió un intento de “golpe de estado”, luego de que los tres delegados del banquero Jaime optaran por una maniobra que riñe con las normas y con las directrices de la junta directiva de Sura y quisieran imponer su voluntad para que se tomara la decisión de vender las acciones que tiene de Nutresa al jeque y anunciar ese mismo día a la Bolsa de Valores la disponibilidad de venderlas. Todo esto, a pesar de que la junta directiva necesitaba contar con sus siete integrantes para tomar dicha decisión y apenas estaban los tres emisarios de Gilinski, un atropello a la norma que días después la propia justicia colombiana reprobó.

La indignación de los firmantes pasa porque las empresas del GEA, en particular Sura, tienen una larga historia de crecimiento en Antioquia y ahora son víctimas de las andanadas de empresarios que ningún lazo tienen con el departamento. “Es evidente que existe una intención de apoderarse de las empresas que son hoy multilatinas pero comenzaron hace más de 70 años en Antioquia”, dice una de las fuentes consultadas. En esa misma línea historiográfica está la carta de González. En el párrafo en el que hace alusión a la historia reciente de la ciudad —con sus hitos de lucha contra el narcotráfico y la formulación del plan estratégico para Medellín y el área metropolitana—, González emplea el plural para referirse al empresariado y a la sociedad civil: “Crecimos juntos, y la brutal crisis que más unió fue el momento de la explosión del narcotráfico (...). Nos enfrentamos juntos, muchos ciudadanos, empresarios, líderes de Ongs, de organizaciones comunitarias, la pastoral social de la iglesia, los maestros y las universidades, para enfrentar y hacernos cargo de encontrar una salida a lo que estaba pasando”, y así continúa.

Las cartas culminan con un abrazo a Sura. La primera la considera parte de la historia de Medellín mientras la de Lucía González alerta sobre un plan para tomarse EPM, el Metro, la Cámara de Comercio. En ese sentido, la administración Quintero ha creado un ambiente enrarecido en torno a las elecciones para elegir nueva junta directiva de la Cámara de Comercio, el próximo 1 de diciembre

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