¿El gerente de Afinia no quiere que le hagan control político?

Javier Lastra, gerente de la filial de EPM en la Costa, fue citado para responder por gestión.

En el Concejo de Medellín expresaron descontento con manejos que se le hacen a EPM. FOTOS Archivo y cortesía

Los concejales de Medellín se quedaron ayer esperando, indignados, a Javier Lastra, gerente de Afinia, la filial de EPM en la Costa Caribe, quien no acogió el llamado a un debate de control político con el que buscaban respuestas sobre las denuncias que se han ventilado por presuntas irregularidades, con tintes de corrupción, en la entidad que gerencia.

Al inicio de la sesión, el concejal Julio González, uno de los citantes al debate, leyó la excusa enviada por Lastra: conceptos jurídicos del Grupo EPM indican que el control político de los concejos municipales es sobre los representantes de las empresas de servicios públicos con domicilio en sus respectivos territorios, lo cual no aplicaría en Afinia, cuyo domicilio principal es Cartagena.

El argumento cayó muy mal en la corporación. Tanto, que hicieron una votación nominal con la cual rechazaron mayoritariamente la excusa de Lastra y hasta plantearon una moción de censura en su contra, al considerar que sí debía asistir porque la filial que dirige funciona con recursos públicos de la empresa antioqueña. No obstante, también se hizo salvedad de que una sanción así no aplicaría para un funcionario de ese nivel.

Lo cierto es que Jorge Carrillo, gerente de EPM dio la cara en el debate, que terminó girando alrededor de la que consideran una crisis de la empresa desde tres frentes: la presunta corrupción dentro de Afinia, la pérdida del talento humano riguroso y técnico y una narrativa sobre Hidroituango que lo ha convertido en arma política.

¿Qué se dijo en el debate?

El concejal Daniel Duque, otro citante, calificó como un irrespeto la ausencia de Lastra y una forma de evadir el control político ante las posibles irregularidades en Afinia. Dijo que esta es una tendencia de la actual administración municipal, haciendo referencia a que en días pasados el gerente de Telemedellín, Deninson Mendoza, se burló de los concejales en un debate de control político sobre el canal.

La concejala Dora Saldarriaga llamó la atención sobre el control del Concejo a los recursos públicos, sin importar si la empresa filial tiene domicilio en otra ciudad, pues forma parte de EPM. “Nos están viendo la cara en este Concejo, vienen y se ríen o no vienen”, señaló la concejala.

Tras la polémica que despertó la inasistencia de Lastra, varios corporados expresaron su preocupación por los manejos de EPM en la actual administración.

Una de las críticas fue que, según varios corporados, el alcalde Daniel Quintero ha usado a Hidroituango como arma política para atacar a sus opositores, para lo cual habría acudido a mentiras sobre el megaproyecto.

Una segunda gran crítica fue a la “fuga de talento humano” en EPM, representado en la salida, por renuncia o por imposición, de varios perfiles con larga trayectoria en la empresa, que han dado entrada a personas que no cuentan con la misma capacidad técnica, lo que calificaron como contrataciones amañadas, enfocadas en intereses políticos. Incluso, se dijo que hay deterioro del clima laboral.

Recordaron también la inestabilidad de los cargos: la empresa ha tenido cuatro gerentes en menos de tres años de gobierno de Quintero. Y también refirieron cómo en Afinia cambiaron a la primera gerenta, Blanca Liliana Ruiz, quien llevaba 25 años de trayectoria en EPM, por Lastra, pese a que lo rodeaban denuncias por ser el agente liquidador de Electricaribe y haber perdido la investidura de concejal de Bogotá.

“Si al alcalde Quintero le hubieran dicho que escogiera lo peor de la Costa, con una historia nefasta y un paso por el Concejo de Bogotá con muchas dudas, no hubiera escogido este señor”, expresó Luis Bernardo Vélez, otro de los concejales citantes al debate.

También llamaron la atención por las pérdidas que ha tenido la filial en el tiempo que lleva activa y se refirieron a las denuncias que ya ha publicado EL COLOMBIANO al respecto, ratificada el pasado 16 de junio por la Superservicios, que se mostró preocupada porque de los $155.000 millones que debía invertir Afinia para reducir las pérdidas de energía, en 2021 solo ejecutó $26.000 millones, es decir menos del 17%.

“Afinia no ha logrado las metas fijadas para la normalización de su cartera, mejorar la calidad de la potencia y sobre todo a la hora de reducir pérdidas de energía”, concluyó la Super.

A su vez, Olga Arango, presidenta de Sinpro, sindicato mayoritario de EPM, manifestó que Afinia se convirtió “en un nido de burocracia y dudoso actuar” y afirmó que en la entidad el cumplimiento de metas bajó del 94% al 74%.

A lo largo del debate distintos corporados manifestaron su preocupación por la administración de EPM que, según dijeron, hoy es una empresa que suena más por escándalos que por buenas noticias y a la que se le ha dado un manejo politiquero.