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“Mochilón”: así puede donar útiles escolares para niños que viven el drama del cáncer
La fundación Fundayama hará mañana esta actividad dirigida también a menores de edad, hijos de mujeres diagnosticadas con la enfermedad. Así puede ayudar.
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Fundayama atiende a mujeres y niños con cáncer, así como a sus familias. Las fotografías de las niñas Angelly y Melany se publican con autorización de sus mamás. FOTOS cortesía
02 de febrero de 2022
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Melany y Angelly se llevan escasos meses de edad, pero tienen en común una vida de resistencia y esperanza para hacer frente a un dolor que llegó muy pronto. Siendo aún bebés fueron diagnosticadas con tipos de cáncer diferentes y crecieron en medio de procedimientos médicos y quimioterapias, que han sobrepasado con altura con el apoyo de sus seres más queridos y la fortaleza que han aprendido a cultivar.
Melany nació en Medellín, acaba de cumplir 13 años y cursa séptimo grado. La enfermedad, que le confirmaron cuando solo tenía 4 meses de nacida, le ha enseñado a ser una guerrera, como ella misma lo dice entre risas. Una guerrera que ha sabido ver el color de la vida, incluso con un solo ojito, pues el otro lo perdió por causa del cáncer.
Angelly tiene 12 años y cursa grado sexto. Llegó a este mundo en Chocó y cuando tenía un año y medio fue diagnosticada con un cáncer que obligó a su madre a trasladarse hacia Medellín para encontrar una mejor atención en salud. Es otra valiente que ha sabido recorrer su camino en medio de dolorosas secuelas de la enfermedad en la columna y una de sus piernas.
Un punto de encuentro
Con tanto en común, ambas niñas esperan, emocionadas, que llegue este jueves 3 de febrero para recibir uno de los paquetes escolares del segundo “Mochilón”, una iniciativa que se hizo por primera vez en enero de 2019 para donar útiles escolares a los niños y niñas con cáncer o a los hijos de las mujeres diagnosticadas que atiende Fundayama, un espacio en el que coincidieron hace unos siete años y donde encontraron apoyo para nunca rendirse.
La fundación cumple 15 años en mayo y fue creada por Claudia Urrego, una mujer que ha sobrevivido cuatro veces al cáncer y que entiende como nadie historias como las de Angelly y Melany.
“En la fundación me siento muy bien porque me tratan con amor y aprendemos muchas cosas, jugamos, hacemos arte y tareas”, expresa Angelly.
En este lugar, que hoy tiene su sede en Boston, en el centro de la ciudad, las dos niñas han recibido acompañamiento sicológico, actividades de arte, terapias físicas, ejercicios de relajación, juegos, fiestas y hasta apoyo en trámites jurídicos para hacer valer su derecho a la salud. Pero, sobre todo, han conocido a otros menores de edad y a mujeres adultas con diagnóstico de cáncer, lo que también se convierte en una red de apoyo.
El “Mochilón” será la primera gran celebración que tendrá lugar en Fundayama desde que empezaron a retomar la oferta de servicios presenciales tras las restricciones por la pandemia y estará marcada no solo por la entrega de cuadernos, colores y lápices, sino también por dulces, risas, música y juegos, en una jornada de recreación, según explica Urrego.
La iniciativa surgió hace tres años para reemplazar la fiesta navideña que se hacía en la fundación, pues se dieron cuenta de que un kit escolar era una necesidad que debían suplir en familias que tienen escasos recursos económicos y que viven con un paciente con cáncer.
“Buscamos propiciar espacio para los niños con cáncer y los hijos de las pacientes que también viven el drama y la tragedia del cáncer porque sus mamás no pueden hacer las mismas actividades para conseguir recursos”, dice Urrego.
En 2019 se beneficiaron 110 menores de edad con el “Mochilón”. Para este año tienen 60 niños inscritos, pues la fundación vio afectada su capacidad económica por la pandemia. Sin embargo, hasta este miércoles 2 de febrero seguirán recibiendo donaciones porque aún no han logrado formar los 60 paquetes escolares (Ver Radiografía).
Asimismo, entregarán mercados a las familias que más lo requieren y ya tienen confirmados los regalos de quienes se sumarán al “Mochilón”, como la empresa de recreación que donó las actividades con los niños, la joven que hará gratis el registro audiovisual o las dos mujeres que regalan dulces y otras cositas para los pequeños.
“Tengo muchas ganas de ir al evento. En la fundación hice tres amigos muy especiales y nos podemos ver de nuevo. Y allá nos dan mucho amor, nos enseñan a seguir adelante y a que en el mundo haya muchos guerreros”, dice Melany con mucho entusiasmo.
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