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Crisis en el sector del reciclaje: menos empresas y cada vez menos ingresos

El cierre de una de las organizaciones más antiguas de aprovechamiento de residuos prendió las alertas. Los ingresos de los recicladores mermaron en un 40%.

  • Aunque la cantidad de reciclaje se mantiene y hasta aumenta, la crisis económica que vive el país ha tocado a este gremio de manera crítica. FOTO MANUEL SALDARRIAGA
    Aunque la cantidad de reciclaje se mantiene y hasta aumenta, la crisis económica que vive el país ha tocado a este gremio de manera crítica. FOTO MANUEL
    SALDARRIAGA
01 de octubre de 2023
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Con impotencia y lágrimas, 40 familias del municipio de Sonsón tuvieron que presenciar hace dos semanas el cierre de una organizaciones de reciclaje más tradicionales de todo el departamento: la Corporación Corpomays, que después de 30 años de labores tuvo que cerrar sus puertas porque su situación económica se hizo inviable, ahogada en deudas y sin un futuro promisorio en el sector para recuperarse.

“Venimos de unas épocas duras, tras la pandemia, donde ha quedado muy complicado pagar los costos de producción y organización del reciclaje. Ya hoy tenemos una circunstancia en la que el material bajó cerca de un 70% de lo que lo vendíamos desde diciembre del año pasado. Aun así, los costos de salario, servicios y transporte han subido. Para nosotros se volvió inviable la Corporación”, explicó desolado Silvia Villegas Botero, presidenta de Corpomays.

Con el cierre viene el efecto en cadena para las 40 familias y para el medio ambiente. “El impacto económico que se va a dar con las familias recicladoras será altísimo y ni se diga del ambiental porque nosotros reuníamos cerca de 40 toneladas de material reciclable al mes. Esas toneladas muy probablemente lleguen ahora a los rellenos, las calles o a las quebradas”, señaló la directiva.

Pero esta corporación no es la única en apuros. De hecho, el sector en Antioquia atraviesa este año por un momento más que preocupante.

En Medellín, por ejemplo, la mayoría de los 5.500 recicladores de oficio y 33 organizaciones dedicadas al aprovechamiento se quedaron esperando el fortalecimiento que el Plan de Desarrollo de la actual alcaldía les prometió. Por el contrario, tal como lo han expresado las organizaciones, llevan los últimos años peleando en desventaja ante el cambio y la irregularidad en las reglas de juego.

Los cambios y falta de claridad en los nuevos parámetros de recolección de residuos por parte de Emvarias puso a decenas de organizaciones y a cientos de recuperadores en jaque.

La alcaldía les ofreció este año una ínfima compensación por pérdidas operacionales, pero la respuesta de los recicladores es que dicha medida era inviable social, económica y ambientalmente, entre otras razones, porque en los últimos años dichas organizaciones han realizado progresivamente inversiones y esfuerzos para su formalización y fortalecimiento logístico y que les cambien ahora las reglas de juego los deja en una sinsalida.

Pero hay que decir también que hay factores de fondo que tienen golpeado a este gremio fundamental para cumplir con la mayoría de las metas ambientales del país. Incluso las empresas que vienen en curva ascendente y posicionándose en el mercado han acusado el golpe.

Entérese: 40 familias a la deriva por cierre de planta de reciclaje de Sonsón

La Fundación Aburrá Verde E.S.P. nació en Envigado en 2020, en plena pandemia, con el objetivo de ofrecerles condiciones realmente dignas a los recicladores agremiados, más allá de una mera relación comercial de compra y venta.

Comenzaron, según cuenta su director operativo Adrián Ruiz, con 17 recicladores en Envigado y hoy tienen más de 200 recicladores y operan en Envigado, Itagüí, La Estrella, Sabaneta y Medellín. Fundave capta actualmente cada mes 930 toneladas de material aprovechable y opera con tres estaciones de clasificación y aprovechamiento.

Pero Adrián reconoce que mantener ese crecimiento ha sido difícil por la situación que atraviesa el sector y que se debe, en buena medida, según explica, al frenón económico que atraviesa el país y a la variabilidad del dólar que afectó particularmente el precio de los metales reciclables.

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El asunto es que aunque la cantidad de material recuperado por los recicladores sigue siendo la misma, su precio ha bajado considerablemente. Y el batacazo lo sienten directamente las familias. Dice Adrián que, intentando recuperar el bolsillo, las familias recicladoras han tenido que aumentar el tiempo y el esfuerzo de trabajo, pero aun así sus ingresos han bajado en un 40%.

Las reservitas con las que la mayoría de estas familias podían acceder a estudio para sus hijos, algún arreglo en sus viviendas o para alguna contingencia se terminaron esfumando. Lo único que les ha permitido sobrellevar la situación, señala Ruiz, es el recurso que reciben por el incentivo de aprovechamiento, un dinero que perciben los recicladores organizados vía tarifa a través del cobro del aprovechamiento a los prestadores como Emvarias, Interaseo y Enviaseo.

Este incentivo es precisamente con lo que los recicladores formalizados logran pensar medianamente a futuro, mientras intentan vivir con el ingreso por la actividad de reciclaje diaria. Sin embargo, con semejante disminución de ingresos les ha tocado cubrir el hueco con este recurso y eso repercutirá en su calidad de vida y posibilidades de progreso.

Si la situación no mejora en el sector vaticinan un efecto en cadena en las ciudades. Una vez que los recicladores masivamente vean que en esta actividad no pueden encontrar una labor para garantizar una vida digna se volcarán a otras labores y automáticamente miles de toneladas que pudieron aprovecharse irán a parar a la Pradera que, por cierto, solo recibirá basuras hasta el 17 de octubre, tal como lo anunció Corantioquia a pesar de los desafíos que le hizo la Alcaldía y Emvarias, pues como autoridad ambiental tiene la competencia para decidir sobre el relleno sanitario.

Hay un dato ilustrativo. Medellín apenas recupera el 12% de los residuos aprovechables. Antioquia no llega ni al 15%. Sin un sector de reciclaje sólido, en cuestión de días la ciudad y el departamento estarán nadando en basura.

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