Sin tenerlo proyectado, Medellín se acaba de ganar un bosque urbano de cerca de 56 hectáreas, enclavado en la comuna 15 (Guayabal), con más de 5.000 árboles y hábitat de 104 especies de aves de las 300 que tiene la ciudad.
El lugar -que existe allí desde 1952, cuando fue adquirido por privados-, ahora se conservará en el tiempo, como los cerros El Volador, Nutibara o Picacho o como la reserva del Alto San Miguel, donde nace río, y estará libre de la ejecución de proyectos de infraestructura como vivienda o zonas comerciales. Es decir, no podrá ser intervenido por urbanistas con cemento.
Lo anterior gracias a que el Ministerio del Medio Ambiente y su unidad de Parques Nacionales Naturales lo acaba de declarar Reserva Natural de la Sociedad Civil, a solicitud de los accionistas del Club El Rodeo, propietario del lugar. Este aval permitirá la preservación de una extensión de 55 hectáreas y 6.402 m2 de área natural, que buscan contribuir a la sostenibilidad de la ciudad.
Luis Guillermo Marín, gerente de El Rodeo, explicó que la decisión se tomó en la Asamblea de Accionistas de 2018, y desde entonces se iniciaron los trámites para lograr que Parques Nacionales lo incluyera en el Registro Único Nacional de Áreas Protegidas -Runap-.
“Ellos nos hicieron dos visitas y en ambas confirmaron que cumplíamos todos los requisitos reglamentarios para que se hiciera la declaración bajo la figura de Reserva Natural de la Sociedad Civil”.
Marín explicó que se llama así por ser un predio perteneciente a privados, pero que tiene las mismas implicaciones y obligaciones que los predios declarados como reserva y que pertenecen al Estado o a entes territoriales.
“La declaración nos compromete a tener un plan de manejo. Hay zonas de conservación que no se pueden tocar, tenemos contados 5.000 árboles y 105 especies de fauna, variedad de aves, perros de monte, tortugas, ardillas, iguanas, zarigüeyas y aves migratorias, como el pato canadiense”.